No te quedes con la ganas...
Quédate conmigo.
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—¡No puedo ir tan rápido! —Gritó Lena entre risas.
—¡Vamos, Lena! ¡La lluvia está creciendo!
Corrimos tomadas de la mano por toda la plaza central de National City. Las personas ahí nos miraron confundidos de ver a Lena con aquel vestido. Algunos rieron, algunos sospecharon lo que acababa de pasar... Seguramente creían que uno estaba loco para hacer algo así... Pero nosotras éramos felices, no dejábamos de sonreír entre cada paso, y sentía la fuerza con la que Lena sostenía mi mano, como si jamás quisiera apartarse de mí... la sujeté fuerte y una que otra vez dimos vueltas por ahí haciendo resbalar nuestros pies en el suelo mojado; la lluvia nos seguía, mi cabello estaba enredado, pero no lo suficiente como para arruinar la noche. El vestido de Lena tenía lodo en el volante, su cabello se había soltado desde hace ya rato y en algún momento uno de sus aretes salió volando. Era una escena increíble de mirar, Lena tenía la sonrisa más feliz que alguna vez vi... Corrimos y corrimos debajo de esa lluvia, como si nos estuviera purificando el alma.
El señor Mxy solo nos acercó a la zona céntrica de la ciudad, pero el viaje llegaba hasta ahí, después de saludar a Lena, conversar unos minutos y no poder creer lo que estaba pasando, tuvo que marcharse. Y cuando Lena y yo atravesamos la plaza ninguna supo a dónde debíamos ir, la lluvia nos acorraló y lo mejor que pudimos hacer fue entrar en el Hilton.
—Dos habitaciones... —dijo ella dejando sobre el mostrador la tarjeta de crédito—. Por favor.
Y la recepcionista solo pudo mirarnos de arriba abajo, nuestro terrible atuendo casi pudo sacarle una risa. Teníamos la respiración agitada, la ropa mojada, y nuestras mejillas enrojecidas.
Lena y yo debíamos cambiar nuestro atuendo al menos. Quedamos de vernos una hora después; ella arreglaría lo que tenia que arreglar en privado, mientras tanto yo podría hacer lo mismo en la otra habitación; hablar con quien necesitáramos hablar, tener un momento a solas para que la adrenalina disminuyera, o simplemente organizar los pendientes... No sabíamos qué haríamos después, solo sabíamos que teníamos que celebrar. Era algo apresurado de hacer, pero uno nunca planea irrumpir en una boda, o esperar que alguien irrumpa en tu boda.
No podía dejar de pensar en que Lena lo había hecho... Me había elegido a mí, frente a todos, se había ido conmigo. Y el sentimiento de tener su mano con la mía en ese momento... me revoloteaba el estomago de tan solo recordarlo. Sentía una felicidad que no se comparaba a ninguna otra, y no podía esperar más por verla, quería abrazarla, estar a solas con ella y que por fin sucediera...
Maggie y Winn trajeron uno de los trajes al hotel, y cuando me miraron no pudieron evitar soltar la carcajada al contarles lo que acababa de suceder. "En verdad está en el cuarto de a lado?" Preguntó Winn una y otra vez. Y Maggie intentó ir a revisar si no era una más de mis locuras, pero era verdad, Lena se encontraba en la otra habitación.
Nos movimos rápido para hacer valer el tiempo, tuve que tomar una ducha, incluso Winn ayudó a pintar mis uñas con brillo transparente, Maggie arregló mi cabello mientras yo intentaba quitar una mancha de mi traje. Los dos me ayudaron a arreglar mi atuendo, y en uno de esos momentos escuchamos a alguien entrar al cuarto de Lena. Era Jess, su secretaria y Sam. Winn se asomó y alcanzó a notar que traían unas cuantas cosas cargando también.
