Lo nuestro fue tan fugaz, que una estrella nos miró y pidió un deseo.Mario Benedetti.
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"Querida Kara, en verdad querida...
Alguna vez escuchaste hablar sobre Botticelli?
Mientras dormía soñé con una de sus pinturas, aquella en la que un joven de cabello rubio lo ve sin ningún interés... Curiosamente es un autorretrato.
De alguna forma el insomnio me invadió, y como el sueño era sobre un pintor, pensé en que tal vez pintar un rato podría regresarme a la cama. Así que ahora aquí estoy contándote sobre mi conclusión de la madrugada. Estos días el frio se ha intesificado, el otoño ha llegado y aunque no estoy segura de si debería seguir escribiendo cartas, me di cuenta de que tiene algo relajante el hacerlo... La pintura de esta noche ha sido en un lienzo más grande, aunque con colores más oscuros, algo que me pareció bello de intentar.
Regresando a Botticelli, entre todo eso, recordé algo muy curioso sobre él... que cuando solía hacer retratos gran parte de sus obras tenían a la misma modelo... Leí que era una estrategia para ahorrar dinero. Siempre era la misma mujer, se aprendió sus facciones y proporciones, llegando incluso a pintarla sin la necesidad de tenerla enfrente.
La primera vez que leí eso, no pude creerlo, me era surrealista creer que tal cosa podía suceder, recordar tan bien las facciones de una persona?... Pensé que seguramente Botticelli era algún tipo de egocéntrico que alardeaba de sus capacidades, pues desde muy niña mi memoria fotográfica había alcanzado un nivel bastante avanzado, pero recordar tan detalladamente los rostros no se me daba bien, entonces Botticelli debía estar mintiendo...
Y después me pregunté si entonces pintar tu rostro era alguna especie de defensa para evitar olvidarte?... Si así como Botticelli que memorizó tan bien a la modelo para evitar gastar más dinero, así también memoricé el tuyo para no olvidarte...
Acaso la mente se hace de mecanismos de defensa contra cosas que no podemos explicar?...
Porque ahora me pregunto si implica algo bueno o malo el olvidarte. Si lo hago, seré feliz? O infeliz? Porque esto no lo elegí yo, no le pedí a mi mente que recordara tan bien la cicatriz que tienes cerca de tu ceja derecha pero aun así la recuerdo, o que tus dientes son grandes, como tu sonrisa, que seguramente en alguna etapa de tu adolescencia tuviste algún tratamiento de ortodoncia, o que tus cejas son delgadas pero pobladas hacia el centro...
Ahora quisiera poder hablar con Botticelli, tal vez su opinión sería que la misma necesidad crea mecanismos de defensa. Ahora me pregunto si este insomnio se debe a lo mismo, a que mi mente me exige abrir un lienzo, colocarlo sobre el caballete para plasmar lo que mi memoria fotográfica aun retiene antes de que sea demasiado tarde...
Este ha sido el sexto. Y cuando termino, cuando me doy cuenta de que el sol se ha asomado por la ventana, distraigo mi mirada un momento dudando de si tal vez mi mente me jugó un mal truco y he pintado a alguien más, pero cuando regreso de nuevo al lienzo tu mirada me sorprende... Esa misma mirada con la que me pedías que por favor dejara de reír, que los policías nos podían escuchar desde el otro lado de la barda. Y me provoca sonreír al bajar a tu sonrisa, y recuerdo todo... La sensación de adrenalina, mi insistentes ganas de seguir haciéndote reír, incluso el aroma a césped que llegaba desde el Partenón.