18.

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Al día siguiente paseé junto a Daemon por los jardines mientras escuchaba todas las explicaciones de su ausencia durante todos estos años.

-¿Y Baela?- pregunté- ¿Ella lo sabe?

Daemon negó con la cabeza.

-Hoy hablaré con ella- suspiró esbozando una sonrisa- es de carácter complicado y necesito tiempo para abordar el tema con ella.

Sonreí desviando la vista hacia mis pies con nerviosismo. Era evidente que sentía orgullo al hablar de ella, ¿Se sentiría alguna vez así conmigo en el futuro?

-Lyanna, te he pedido que te preparen  unos aposentos más adecuados para tu posición- me miró de reojo- también he mandado cortar la mano de Delnay.

Abrí los ojos y me posicioné delante de él.

-No, no- negué con la cabeza- pronto me iré a Rocadragón y esto acabará olvidado.

-Solo busco protegerte ... -está vez su mirada lejos de posarse en mi, fue directamente hacia Aegon que hablaba con el rey Viserys no muy lejos de nosotros- dime, Lyanna, ¿Aegon te ha puesto un dedo encima?

Tragué saliva recordando la noche anterior y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-No- mentí- no se lo permitiría.

Daemon me miró algo más calmado y retomó sus pasos mientras yo desviaba los ojos hacia Aegon.

-¿Qué ha hecho Aegon para que no quieras que me acerque a él?

-Viserys nombró heredera al trono a Rhaenyra, a su primera hija, después de ella deberá gobernar los siete reinos Jace junto a Baela- me miró con semblante serio- ese idiota y toda la escoria de los Hightower quieren quitarle el trono a mi esposa.

Me giré de nuevo para mirar a Aegon que aparentaba estar escuchando a su padre y para mí asombro guío su mirada hacia mí provocando que yo la apartara algo ruborizada.

-En cuanto Baela se casé con Jacaerys, nos iremos de este espanto de lugar- Daemon hizo que volviera a centrarme en él- y podrás tener lo que siempre debiste tener, lo que tu madre no me dejó darte.

-Tú ya estabas casado- me encogí de hombros mientras arrancaba una rosa- mi madre solo hizo lo que pensó que era mejor para mí.

-Viéndote en esta situación debo admitir que erró con sus actos.

Levanté la vista para mirar de nuevo a Aegon, pero ya no se encontraba junto a Viserys, así que comencé a andar siguiendo a Daemon y escuchando lo que me decía.

-Rhaenyra se lo estará contando a sus hijos- pasó su mano por mi espalda cuando caminó hacia nosotros un hombre al que yo desconocía.

-Daemon necesito tratar unos temas sobre…

Desconecté de aquella conversación cuando vi de nuevo a Aegon caminar hacia la puerta trasera del castillo.

¿Ha donde se dirigía?

-Lyanna, más tarde hablaremos-dijo Daemon detrás de mí.

Y yo simplemente asentí escuchándole marchar.

Di un paso hacia adelante, dispuesta a seguir a Aegon, pero entonces Jace se posicionó delante de mí impidiendome el paso.

-¿Vas a seguirle?- preguntó cruzado de brazos-¿No ves que él sabe que lo vas a hacer?

Le miré con semblante serio y le imité cruzándome también de brazos.

-Lyanna- suspiró poniendo los ojos en blanco- mi tío quería abusar de ti y no es un hombre que…

-Todos siempre acabáis buscando lo mismo-le interrumpí- ¿o acaso se te olvidó que ayer me ofreciste ser tu amante?

Jace pasó sus manos por mis brazos y me miró.

-Eso fue antes de saber que eras una Targaryen.

Su respuesta me hizo soltar un bufido, y apartándome de él me dirigí al interior del castillo.

-Lyanna, no podía tener nada contigo porque estaría mal visto- tiró de mi brazo obligándome a frenar- eso no cambia que me gustes muchísimo.

-Está Baela…-susurré.

-Baela será mi esposa, pero le conté la propuesta que te había hecho.

Abrí los ojos sorprendida y tiré de su mano hacia el interior de una pequeña sala.

-¿Cómo se te ocurre, Jace?- pregunté llevándome las manos a la cabeza- Baela es mi hermana y…

-No sabíamos que lo era- me interrumpió.

-Jace, eso no importa- caminé hacia él y agarré sus manos- no puedes pedirle a nadie que sea tu amante, es deshonroso.

-Ayer besaste a Aegon, ¿Con él no es deshonroso?

-Ayer besé a Aegon para enfurecerte-contesté agachando la cabeza- porque tú petición me hirió.

Jace apartó su mano de la mía y me acarició el cabello con delicadeza.

-No pareció un beso dado desde el enfado- dijo secamente- vi como te tocaba y a ti eso parecía gustarte.

-No fue así - mentí- en realidad no sentí absolutamente nada.

Jace dejó atrás mi cabello y está vez acarició mi mejilla.

-No vuelvas a dejar que lo haga…-susurró desviando la vista hacia mis labios- no deseo que nadie más bese esos labios.

-Vas a casarte-me aparté de él cuando intuí que iba a besarme- no seré tu amante,Jace.

Él se humedeció los labios con nerviosismo y salió de aquella sala sin decirme nada más.

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora