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Pasaron quince días desde que decidí alejarme de Aegon y volar con Aemond hasta Rocadragón.

Pero aquel día en el que el sol pegaba fuerte y el calor era casi sofocante, vi desde la ventana de mis aposentos como Syrax volaba alejándose de Rocadragón junto a Caraxes.

No comprendí la gravedad del asunto hasta que decidí salir de mis aposentos y me dirigí hacia la sala del trono donde Luke hablaba acaloradamente con Jace.

-¿Que ha pasado?- pregunté siendo consciente de que Jace no me dirigía la palabra desde el mismo día que le traicioné.

-Mi abuelo, Viserys, ha muerto- Luke dejó atrás a Jace y caminó hacia mí- y Aegon ha sido coronado ante todo Desembarco del Rey.

Abrí los ojos sorprendida con la información que me estaba dando.

-Mi madre ha ido a recuperar su trono-Jace provocó que apartara la vista de Luke para fijarla en él.

-¿Y se lo darán con facilidad?

-Han salido de Marcaderiva cientos de buques para acompañarlos -contestó él con frialdad.

-¿Eso qué quiere decir?- dejé atrás a Luke y caminé decidida hacia Jace -¿Van a iniciar una guerra?

Jace me miró enfurecido dando un paso hacia atrás.

-¿Temes por la vida del usurpador?

Frené mis pasos y le miré frunciendo el ceño.

-No te preocupes por él - se alejó de mí con frialdad- nuestros padres solo van a negociar.

Quise hablar, pero él se giró y se alejó sin darme más tiempo.

-Tranquila..-susurró Luke detrás de mí- cuando os caseis te acabará viendo con otros ojos.

-¿Casarnos?

- Inevitablemente empezará una guerra-Luke se posicionó a mi lado y miró la puerta por la que había desaparecido Jace- y un futuro rey debe tener una esposa.

Tragué saliva y tras suspirar me dirigí a mis aposentos con enfado, pero frené mis pasos cuando al abrir la puerta me encontré a Jace esperándome sentado en la cama.

-Creí que no querías verme más-dije arqueando una ceja y cruzándome de brazos.

-Debería dejar de hablarte para el resto de la vida- se puso de pie y caminó hacia mí- pero eres mi prima, y una de los nuestros.

Me hice a un lado para dejarle pasar y le seguí por el pasillo.

-Necesitas tener un dragón por si los verdes nos atacan- me miró desde el rabillo del ojo- ni Daemon ni mi madre podrán defendernos estando en Desembarco del Rey.

-¿Crees que los verdes me harían daño?- pregunté.

-Creo que no tienes ni idea de la magnitud de lo que acaba de pasar- salimos al exterior y bajó las escaleras que conducían a la playa- aún sin entenderlo es mi deber darte un dragón con el que poder salvar tu vida.

Le miré sin decir nada.

-Nadie te puso un huevo debajo de la cuna al nacer, así que deberemos buscar uno sin jinete - me miró cuando entramos a una inmensa cueva- te dejaré escoger al que quieras.

Asentí tragando saliva con nerviosismo desviando la vista hacia su mano que tímidamente agarró la mía.

-Acompáñame…-susurró.

Nuestros ojos coincidieron y él tiró de mí para adentrarse aún más en la cueva.

Escuchaba el rugir de cientos de dragones, pero cuando llegamos a la zona alumbrada por unas antorchas, mis ojos se posaron en uno de los dragones que permanecía encadenado.

-Ese…-susurré- es hermoso..

Jace desvío la vista hacia el dragón al que me refería y sonrió con tristeza soltando mi mano.

-Era el dragón de mi padre…-dijo pasando una mano por mi espalda y empujándome levemente hacia él- se llama Bruma y ha estado solo desde entonces.

Me sequé las manos con nerviosismo en el vestido y caminé hacia él, viendo cómo el dragón se incorporaba soltando un fuerte rugido.

-Tienes sangre Targaryen…-susurró Jace detrás de mí, tan cerca que su aliento chocó contra mi piel- no temas.

Asentí.

-Yo te susurraré al oído y tú se lo dirás al dragón¿Entendido?

Asentí de nuevo.

-Lykiri..

-¡Lykiri!- grité dando un paso hacia él asustada.

-Dohaeras..

-¡Dohaeras!- levanté la mano cuando Bruma abrió la boca y rugió con fuerza.

Jace me agarró con fuerza cuando comencé a temblar y llevó mi mano hacia las escamas del dragón.

Bruma para mí sorpresa agachó la cabeza y dejó que mi mano se posara en el.

-Dahaeras…-repetí.

Jace sonrió y entrelazó sus dedos con los míos mientras su mano libre volvía a mi cintura.

-No debí haber sido tan duro contigo…-susurró- espero que puedas perdonarme.

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora