31.

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Pasaron dos días hasta que logré recuperarme del todo y levantarme de la cama. Cuando lo hice dispuesta a buscar a Aegon por el castillo me llegó la mala noticia de que él se había marchado un día antes.

No había venido a verme, y dudaba de que hubiera preguntado por mi, simplemente había dejado que curaran las graves heridas de Aemond y se había marchado, como si yo no le importara lo suficiente para quedarse un día más y venir a verme.

Observé el mar desde una enorme terraza y suspiré con enfado.

Era evidente que aquello no debía enfadarme, porque en ningún momento Aegon me había hecho creer que lo nuestro tuviera algún futuro, pero…¿Cómo conseguía sacármelo de la cabeza? ¿Porque había algo en él que no me dejaba vivir con tranquilidad?

-Ya veo que estás mucho mejor- Jace se apoyó en el bordillo de la terraza esbozando una media sonrisa- siento no haberte ido a ver antes.

-Necesitaba salir a que me diera algo el aire- sonreí- si me ve Daemon posiblemente me mate.

Jace soltó una carcajada.

-Casi no le reconozco- me dedicó otra sonrisa y se acercó aún más a mí- aún temiendo su reacción voy a hablar con él.

Le miré frunciendo el ceño.

-Sé que debería decirte esto de otra manera ..- agachó la cabeza y rozó mi mano con la suya- pero voy a pedirle tu mano en matrimonio.

-¿Casarnos?- pregunté apartando mi mano de la suya.

-Bueno, llevó un tiempo buscando esposa y creo que no hay mejor opción que tú.

Suspiré y desvíe de nuevo la vista hacia el mar escuchándole con atención.

-Baela ha fallecido hace poco….-susurré algo molesta.

-Lo sé- él agarró mi mano llamando mi atención por completo- y te pido solo una pequeña fiesta de compromiso,algo con lo que podamos festejar que en unos años nos casaremos.

Le miré.

-Celebremos una fiesta de compromiso y te prometo que en un año estarás igual de dispuesta que yo a casarnos- besó mis manos bajo mi atenta mirada- me desviviré para que eso sea así.

-Jace yo…

-Dime, Lyanna-me interrumpió tirando de mi mano hacia las escaleras- ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?

Asentí siguiéndole por los escalones mientras él me dedicaba una sonrisa divertida.

-Te quitaste los zapatos y corriste feliz hacia la orilla.

Frenó sus pasos y se deshizo de sus botas bajo mi atenta mirada.

-¿Sabes lo primero que pensé en aquel momento?

Negué con la cabeza deshaciéndome de mis zapatos.

-Pensé que aquella chica había nacido para comerse el mundo y que ojalá aceptara comérselo a mi lado.

Agaché la cabeza con timidez cuándo tiró de nuevo de mi mano.

-Lo tenía claro, en ese preciso momento ya estaba dispuesto a decirle a mi madre que había elegido a mi reina consorte.

Dejamos que nuestros pies se mojaran en la orilla y él volvió a besar mi mano con delicadeza.

-Pero solo era una sirvienta…-susurré.

-Ahora no lo eres-dijo mirando las olas chocar contra nuestros pies- es como si siempre hubiéramos estado destinados.

Fui a hablar, pero sus palabras me dejaron de nuevo en silencio.

-Y aunque aquella noche nos separamos, al final nos volvimos a encontrar- desvió su vista hacia mí con unos ojos repletos de sinceridad, tanta que logró abrumarme- pienso que las almas gemelas están destinadas a encontrarse,Lyanna, porque siempre tienen el mismo escondite.

Tiró de mi mano hacia él y pegó mi cuerpo al suyo.

-Déjame tener el honor de ser tu esposo y poner todo Poniente a tus pies- me apartó un mechón de pelo del rostro y besó mi mejilla- déjame hacerte feliz.

Le miré y me mordí el labio sin ser capaz de darle una respuesta.

-Lyanna- pasó su dedo por mis labios, pero se apartó de golpe cuando alguien nos mojó por detrás.

Nos giramos y reímos divertidos al ver a Luke salpicándonos de nuevo.

-¿Ya se lo has dicho?- preguntó él mirando a su hermano- espero que haya dicho que sí porque ya tenía el regalo de bodas preparado.

Me reí agachándome para salpicarle de vuelta.

-¿Otro dragón de madera?- reí corriendo hacia él antes de que mojara mi vestido por completo.

Pero antes de llegar sentí las manos de Jace en mi cintura elevandome del suelo y corriendo conmigo al interior del agua.

-¡No!- grité intentando respirar entre tantas carcajadas-¡Está fría,Jace!

Y me lanzó haciendo que mi cuerpo se hundiera por completo para a los pocos segundos sacarme y apartarme el pelo del rostro.

-Los regalos no se pueden revelar hasta que…

-Un dragón- le interrumpió Luke entrando en el agua mientras se quejaba de lo fría que estaba- un dragón como el de juguete que te di, pero este será real.

Miré a Luke y sonreí al ver como Jace le fulminaba con la mirada.

-¿Me chantajeas?- pregunté sintiendo como las manos de Jace rodeaban mi cintura.

-Oh, me ofendes- río Luke ya a nuestro lado girando la cabeza con rapidez para apartarse el pelo mojado del rostro- sólo te muestro lo feliz que me haría que fueras tú la esposa de mi hermano.

Me aparté de Jace y me lancé encima de Luke hundiéndole en el agua.

-Eso es juego sucio- dije cuando sacó su cabeza del agua.

-Dime,Lyanna- Jace llamó mi atención señalándome con su mano todo su alrededor- ¿Acaso hay algún sitio mejor que esto en el mundo?

Miré a mi alrededor mientras me apartaba el pelo del rostro y suspiré.

-Aquí está tu familia…-susurró Luke.

Le miré y pasé mi mano por su pelo.

-Tienes toda la razón, cielo…



La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora