26.

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-Lord Borros me dejó en la calle y yo tuve que…

-Eso es asunto de él - me interrumpió Aemond viendo cómo Jace también desenvainaba su espada- de todos modos debes volver junto a tu señor.

-¿Su señor?- Jace esbozó una sonrisa dando un paso hacia adelante- vete por dónde has venido,Aemond, ella no se moverá de aqui..

Di un paso hacia adelante y posé mi mano sobre la espada de Jace, obligándole así a bajarla.

-¿Aegon sabe esto?

El gesto de la cara de Aemond fue de pura sorpresa.

-¿Aegon?- soltó una carcajada-¿Por qué le interesaría saber del futuro de una miserable sirvienta?

-¡Es la hija de Daemon!- espetó Jace caminando de forma peligrosa hacia Aemond- respetala o te sacaré el otro ojo.

-La hija bastarda de Daemon- sonrió con malicia Aemond- ya veo que tenéis mucho en común.

Apreté los puños con rabia y caminé decidida hacia él, tanto que dejé que la punta de su espada se apoyara en mi pecho.

-Soy la hija de Daemon y te juro que mi padre te arrancará el otro ojo si no te largas de aquí- sonreí con la misma malicia que lo había hecho segundos antes él- no vas a asustarme con una espada porque se que no la usarás.

-¿Crees que no sería capaz?-una sonrisa se dibujó en su rostro mientras él desviaba la mirada a mi pecho, justo donde estaba colocada la punta de su espada.

-Mis ojos no se encuentran allí- arqueé una ceja molesta posando mis manos sobre su espada.

Aemond desvío la vista hacia Jace que se acercaba lentamente hacia él y soltando la espada que yo sujetaba por el filo, caminó hacia su sobrino esquivando su rápido movimiento y lanzándose encima de él.

Solté un grito viéndoles rodar por el suelo y agarré la espada de Aemond por la empuñadura.

Los dos se golpearon enfurecidos, pero la ventaja que llevaba Aemond golpeando con fuerza el rostro de Jace me encogió el corazón.

-¡Basta!- grité caminando mientras le apuntaba.

Sin pensármelo más de dos veces le coloqué la espada en la nuca intentando rezar por qué no se notaran mis nervios.

-Suelta a Jace o te mataré.

-No creo que a Aegon le haga mucha gracia esto…

-¿Qué?

Aprovechó ese momento de confusión para girarse con rapidez y arrebatarme la espada propinandome un empujón.

-Con que mi hermano…-susurró apuntándome de nuevo-¡Sube al dragón o juro que mataré a Jace de la misma forma que aquel asesino mató a Baela!

Mis ojos se llenaron de lágrimas y tras asentir dolida me puse de pie dirigiéndome a Vaghar.

-¡Sube!- grito de nuevo sobresaltandome.

Agarré las cuerdas de su dragón y trepé hasta el asiento viendo a Jace completamente inconsciente en el suelo.

-Eres un animal-dije con las lágrimas ya surcando mi rostro.

-Me lo dicen mucho- Aemond terminó de subirse tras guardar su espada.

Sin perder tiempo alzó el vuelo Vaghar mientras yo me aferraba asustada a Aemond.

¿Cómo iba a volver a Bastión de Tormentas después de todo?

Cerré los ojos intentando borrar de mi cabeza la imagen de Jace y me mordí el labio deseando que Daemon apareciera para salvarme de aquello.

Pero no apareció y para desgracia mía llegamos a Bastión de Tormentas antes de lo previsto, recibidos por una fuerte tormenta que nos hizo aterrizar con fuerza revolviendome todo el estómago.

-Baja de una vez- dijo Aemond dándose la vuelta para mirarme.

-¿Qué es lo que ganas con esto?- pregunté.

-El reino no se puede permitir enemistarse con los Baratheon, no en este momento.

Tragué saliva y bajé del dragón observando aquel castillo que tan infeliz me había hecho durante años.

Aemond agarró con fuerza mi brazo y tiró de mi al interior del castillo, donde Lord Borros nos esperaba sentado en su pequeño trono.

Caí al suelo cuando Aemond me soltó y Lord Borros se puso de pie caminando hacia mi a paso acelerado.

-Niñita malcriada- con fuerza agarró mi rostro con una de sus manos obligándome a mirarle-¿Creías que podías escapar de mi?

Los guardias me agarraron con fuerza y me obligaron a ponerme de pie.

-Hijo, debo agradecerte que solucionaras con rapidez todo esto- Lord Borros se apartó de mí y se dirigió a Aemond-esperamos que desees pasar la noche aquí para descansar y podamos recompensarte tu tarea.

Él me miró y sonrió de medio lado.

-Me quedaré una noche, y la quiero a ella- me señaló con la cabeza- como pago por el favor que os he hecho.

-¿A ella?- Lord Borros frunció el ceño- tenemos servientas más preparadas para hacerte….

-Ella-repitió Aemond- igual que te la he traído puedo arrebatartela.

Lord Borros se quedó callado durante un segundo, segundo que aprovechó para mirarme con desprecio.

-Mandaré a que la preparen para ti.

Intenté zafarme al escuchar aquellas palabras, consiguiendo solo que me arrastrarán fuera de la sala mientras ellos continuaban hablando.

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora