43.

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Al día siguiente abrí los ojos con un terrible dolor de cabeza causado por el llanto de la noche anterior,y me incorporé cuando la puerta se abrió y entró Jace a mis aposentos.

Me miró durante un instante y cerró la puerta a sus espaldas mientras yo intentaba espabilarme.

-He estado hablando con mi abuelo Corlys y creo que ya es momento de contraatacar.

Caminó hacia mí y se sentó en la cama con unas profundas ojeras bajo sus ojos.

-¿Qué pensáis hacer?- pregunté.

-Iré a Harrenhal y desde allí buscaré la forma de provocar a Aemond para que venga a…

-No-le interrumpí pasando mi mano por su brazo- no estoy dispuesta a perder a nadie más.

Él me miró y desvió la vista hacia mi mano que no tardó en acariciar.

-Tranquila…-susurró- no me perderás.

Suspiró con cansancio y se quitó la botas bajo mi atenta mirada.

Me miró una vez más y se tumbó a mi lado cerrando los ojos consciente de que yo no apartaba mi mirada de él.

-Relájate…-susurró- no estoy mentalmente bien como para hacer lo que ronda tu mente.

Me ruboricé.

-No hay porque consumar el matrimonio tan pronto- abrió los ojos y me miró- lo haremos cuando los dos estemos preparados, así que no debes ponerte nerviosa por querer descansar un rato en tu cama.

Respiré aliviada y apoyé mi cabeza en la almohada, justo a su lado.

-Mi madre ha muerto…-susurró- no sabía que quería decir aquello hasta que está mañana he ido a sus aposentos a buscarla inconscientemente y no la he encontrado.

Posé mi mano en su pecho y cerré los ojos dolida con sus palabras.

Su mano agarró la mía y me la besó al mismo tiempo que yo abría los ojos para ver como una lágrima caía por su mejilla.

-Iré a Harrenhal y mataré con mis propias manos a Aemond, veré cómo se queda sin vida y lo saborearé lentamente.

Tragué saliva con el corazón acelerado.

-No te vayas…-susurré- temo que…

-No iré solo- dijo mirándome fijamente- solo serán unos días y estaré de vuelta junto a ti.

Asentí.

-¿Cuándo piensas ir?

-Hoy mismo.

Suspiré y le vi cerrar los ojos con cansancio. Así que no hice más preguntas, me limité a apoyar mi cabeza en su pecho y cerré los ojos dejándome llevar por los latidos de su corazón.

La habitación se sumergió en un inmenso silencio y sentí los dedos de Jace meterse en mi pelo mientras hundía su nariz para oler mi aroma.

-Eres la única que puede curar mi corazón en este momento, Lyanna..

Me incorporé y le miré.

-Cuando dijiste que te casarías conmigo, que vengarias a mi madre, lo supe- Jace pasó su mano por mi pelo- siempre fuiste la indicada.

Tragué saliva y volví a apoyar mi cabeza en su pecho sintiéndome realmente mal.

Escuché la respiración pesada de Jace y me incorporé de nuevo viendo cómo se había quedado completamente dormido.

Sin poder evitarlo pasé mi mano por una de sus mejillas y me acerqué más a él para besar su frente.

Jace era un hombre de corazón noble, un hombre que no se merecía todo lo que le estaba pasando.

Agaché la cabeza y lentamente me alejé de él para levantarme de la cama.

Yo sabía cómo atraer a Aegon para que viniera hasta aquí, y pensaba hacerlo para vengarme de la muerte de Rhaenyra.

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora