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Miré a Aegon que se incorporaba haciendo una mueca de dolor y dejé atrás la puerta para sentarme junto a él en la cama.

-¿Que ha pasado?- pregunté.

-Alguien vino por detrás y…-sé quedó en silencio y desvío su vista hacia mi- que bien te queda la corona encima de la cabeza.

Me ruboricé al escuchar eso e hice el amago de quitármela, pero él con su mano me frenó.

-Te he dicho que me gusta como te luce-sonrió- no que te la quitaras.

Me aparté ligeramente de él y me deshice de mis zapatos para sentarme en la cama con más comodidad, sabiendo que Aegon no se perdía detalle de ninguno de mis movimientos.

-¿De cuántas mujeres has abusado a lo largo de tu vida?

Mi pregunta le sorprendió más de lo que esperaba, porque se levantó de la cama casi de un salto y me miró como esperando a que volviera a formularle la pregunta.

-Necesito saber al menos cuántas de ellas viven en este castillo-susurré- cuántas de ellas seguirán igual de rotas como estoy…

-¿Esto es enserio, Lyanna?-preguntó-sabías desde un principio como era, no te oculté nada y…

-Eso no cambia que abusaste de ellas..-mis ojos se humedecieron- igual que hizo Jace conmigo.

Aegon me miró en silencio, sin decir absolutamente nada mientras se cruzaba de brazos.

-Podrías haber hecho lo mismo conmigo- lloré sin poder contenerme- y no quiero imaginarme qué el hombre al que amo fuera capaz de hacer sufrir a otras personas inocentes.

Lloré cubriendo mi rostro con mi brazo y me quité la corona lanzandola contra la almohada.

-Lyanna…

Escuché como volvía a la cama y pasaba una de sus manos por mi rodilla.

-¿Quieres que las recompensemos de alguna forma?- preguntó obligándome a apartar el brazo de mi rostro- pero debo decirte que yo frecuentaba burdeles, aunque no voy a negar que he abusado de alguna que otra, no es algo que hiciera a menudo.

Le miré detenidamente, queriendo borrar de mi mente lo que acababa de escuchar.

-Me arrepiento de ello- suspiró- tuviste que llegar tú a mi vida para que yo entendiera ciertas cosas.

-¿Tuve que llegar yo?

-Llegaste tú y me hiciste entender muchas cosas y sentir incluso más.

Se humedeció los labios y pasó sus manos por mi espalda atrayéndome hacia él, provocando así  que yo apoyará mi cabeza en su pecho.

-Si por otra parte deseas que me vaya….

-Me dueles aquí-me aparté de él incapaz de dejar de llorar señalando con mi dedo mi pecho- tan adentro que sé con certeza que si te fueras del todo de mi vida, este dolor me acabaría matando.

Agaché la cabeza incapaz de mirarle a los ojos.

-Me advertiste infinidad de veces de como eras y aún así te quise, ¿Cómo voy a desear que te vayas?

Su dedo se posó en mi mentón obligándome a levantar la vista.

-Lo solucionaremos todo juntos entonces…-susurró desviando la vista a las lágrimas que bordeaban mis labios- te doy mi palabra de que haré  que te sientas orgullosa de tu rey consorte.

-¿Mi rey consorte?- sonreí sin poder evitarlo.

-Me acabas de pedir matrimonio-  elevó una ceja de forma divertida- espero que no te hayas arrepentido antes de…

Y no le dejé terminar de hablar, me incliné hacia adelante y le besé sintiendo como una de sus manos se deslizaba por mi espalda hasta llegar a mi nuca.

-Te amo, Lyanna…-susurró apoyando su frente en la mía y borrando con su dedo el rastro de mis lágrimas- te haré feliz, te mereces serlo.

Me dió un beso fugaz en los labios y tiró de mí provocando que acabara tumbada encima de él.

-Ya me haces feliz….-murmuré dejando que me besara de nuevo- siempre lo has hecho.

Con un rápido movimiento me agarró de la cintura y me giró quedando él sobre mi.

Pero casi inconscientemente posé mis manos sobre el pecho impidiéndole continuar.

-No voy a hacerte nada…-susurró- sé que no es el momento.

-Cada vez que cierro los ojos vuelvo a revivirlo…-dije mordiéndome el interior del labio- es un sensación extraña.

Aegon suspiró y se tumbó a mi lado.

-Lo olvidaremos todo juntos…-agarró mi mano y me besó la palma- ahora aún debes asimilar todo.

Le miré con atención, pero los dos salimos de aquella pequeña burbuja que habíamos creado cuando Daeron abrió la puerta de golpe, sin molestarse en tocar antes.

-¿Pasa algo?- preguntó Aegon.

Pero Daeron solo me miraba a mi.

-Aun estamos a tiempo de irnos lejos de todo esto-dijo provocando que yo me levantara de la cama- si aceptas el trono y decides casarte con alguien que no sea yo, me iré lejos, me alejaré de ti y eso es justo lo que no quiero hacer.

-Íbamos a casarnos para proteger a Rhaenys, ¿Recuerdas?- me acerqué lentamente a él que me miraba con desespero- yo siempre quise a Aegon y tú lo sabes mejor que nadie.

Solo entonces Daeron apartó la mirada de mi para centrarla en su hermano que se encontraba detrás de mí. Pero no quería que aquello a acabara en tragedia ni que se reprocharan nada a la cara, así que rápidamente busqué cambiar de tema.

-¿Dónde está Aemond?

Y conseguí mi cometido porque los dos dejaron de mirarse a la cara y centraron toda su atención en mi.

-¿Has dicho Aemond?- preguntó Aegon.

Asentí.

-Ha venido Helena buscándole y…

Me quedé en silencio viendo cómo Aemond se apoyaba en el marco de la puerta cruzándose de brazos.

Mis ojos de inmediato se posaron en sus dos dedos vendados y en las magulladuras de su rostro.

-Oh…gracias a los siete…-me acerqué a él y agarré sin pensarlo mucho su mano entre la mía para ver más de cerca el vendaje, para mí sorpresa no hizo ningún intento de alejarse.

-Estuvo apunto de matarme…-sonrió de medio lado sin apartar la mirada de mí- tu padre no es un rival sencillo.

Sentí la mano de Aegon apoyarse en mi hombro y como tiraba ligeramente de mí hacia atrás provocando que soltara la mano de Aemond.

-Me alegro de que estés bien- sonrió Aegon aclarándose la garganta.

Aemond volvió a sonreír y desvió la vista hacia su hermano menor.

-Perdí durante unos segundos el conocimiento a causa de la caída, pero desperté justo a tiempo…-susurró dejando atrás el marco de la puerta y caminando hacia Daeron- justo a tiempo para escucharte hablar con Daemon.

-¿Hablar de que?- pregunté.

Pero me eché hacia atrás sobresaltada cuando Aemond agarró con fuerza a su hermano del cuello y lo estampó contra la pared.

-¿Puedo saber cuándo fue que te convertiste en una rata traidora?

La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora