Cuando llegamos a Rocadragón, Aegon ya había dejado de seguirnos y dos enormes dragones nos sobrevolaron cuando Aemond descendió hasta acabar en la playa de Rocadragón.
-Vete ya-dije bajando de Vaghar.
Él me miró durante un segundo y asintiendo alzó de nuevo el vuelo al mismo tiempo que Vermax y Arrax aterrizaban.
-Puedo explicarlo.
Jace bajó de Vermax y caminó decidido hacia mí, me miró durante un segundo y con fuerza me abofeteó.
-No, Jace- dijo Luke detrás de él caminando hacia nosotros- así no resuelves nada.
-¿Dónde has estado,Lyanna?
Le miré llevándome una mano a la mejilla y desvié la vista hacia Daemon que desde las escaleras que conducían al castillo me miraba cruzado de brazos.
-¡¿Dónde has estado?!- gritó sobresaltadome.
Pero no esperó mi respuesta, se giró enfurecido y caminó hacia las escaleras mientras Luke le seguía en silencio.
Me quedé callada, asimilando el golpe que me había dado mientras Daemon dejaba su postura y caminaba hacia mi.
-Te dije que no te acercaras a ese tipo- dijo cuando llegó a mí- ¿Qué has hecho con él?
Tragué saliva y agaché la cabeza.
-¿Te forzó?- preguntó aclarándose la garganta mientras yo negaba incapaz de mirarle.
-Diremos que si-su voz sonaba más seria de lo habitual y con su dedo posado en mi mentón me obligó a mirarle- te tomarás un té que ordenaré que te preparen y nadie jamás sabrá lo que pasó realmente.
-Quiero estar con él…-me sinceré.
Daemon me acarició la mejilla que segundos antes me había golpeado Jace y suspiró con cansancio.
-Te casarás con Jacaerys.
Le miré con lágrimas en los ojos y negué con la cabeza.
-He vivido mucho más que tú, sé cómo son los hombres y cómo pueden apuñalarte por la espalda…-me dijo con suavidad- Jacaerys es la mejor opción para mi hija.
-¿Y lo que yo quiero?- pregunté.
-Acabarás queriendo a Jacaerys, al fin de cuentas él será el padre de tus hijos.
-No he vuelto para esto- di un paso hacia atrás- siempre he estado sola, siempre me he defendido y cuidado sola.
Dejé que las lágrimas resbalaran inevitablemente por mis ojos.
-No quiero casarme solo por…
-Lo harás- me interrumpió- mi hija será reina y no hay más que discutir.
Se giró y caminó alejándose mientras yo le seguía incapaz de poder contener mi lengua.
-Has llegado demasiado tarde a mi vida, ¿Crees de verdad que acataré tus órdenes?
Daemon me miró desde el rabillo del ojo.
-No me provoques..-susurró él subiendo los escalones.
-No pienso decirle a Jace que Aegon me forzó.
-No se lo digas,Lyanna- frenó sus pasos y se giró para mirarme- eso no impedirá que te cases con él.
Le miré furiosa y le adelante subiendo apresuradamente las escaleras.
Solo entonces mi mirada se dirigió hacia Rhaenyra que me siguió por el pasillo hasta llegar a mis aposentos.
-¿Te has encamado con él?
Me giré con enfado para mirarla, sintiendo mis mejillas arder.
-¡¿Eso es lo único que os importa a todos?!- grité sollozando sin poder aguantarme más- ¡¿Solo os preocupa que haya perdido mi virtud?!
Ella cerró la puerta y caminó hacia mí.
En completo silencio se posicionó delante y me abrazó sorprendiéndome por completo.
-Si lo has hecho no pasa nada…-susurró provocando que yo llorará con más fuerza- no te voy a juzgar por ello.
Me aferré a ella con fuerza y me sentí por un instante en brazos de mi madre.
-Siento que le quiero y que él también siente lo mismo…
-Lo sé…- su tono era tan suave que consiguió que las pulsaciones aceleradas de mi corazón se redujeran considerablemente- pero te puedo asegurar que eso no es amor.
Me aparté ligeramente de ella para mirarla.
-Un hombre que realmente te ama no te hubiera dejado llegar hasta este punto- me apartó un mechón de la cara- menos si está casado.
-Escuchame,Lyanna- me guío hasta la cama y nos sentamos mientras yo centraba mi atención en ella- no te casarás con Jace si no quieres.
Agaché la cabeza aliviada.
-Pero…¿Crees que algún señor importante te aceptaría sin tu pureza?
Ella negó con la cabeza llena de decepción.
-Con Aegon no podrás casarte y me temo que no lo podrás hacer jamás con nadie.
Me sujetó el rostro con sus dos manos para que no me perdiera detalle de sus palabras.
-He visto como te mira Jace-sonrió con tristeza- sé que ahora como hombre estará furioso, pero sé que cuando se le pase volverá a mirarte con los mismos ojos.
-Aegon me dijo que vendría a por mí-confesé.
-Bueno, también puedes esperar y darte cuenta tú sola que Aegon jamás vendrá.
Agaché la cabeza y suspiré.
-Te daremos tu tiempo, querida-agarró mis manos con delicadeza- rezaré a los siete para que al final elijas el camino indicado.
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La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen
RomanceFANFIC HOUSE OF THE DRAGON