La chica del antifaz// Jacaerys Velaryon & Aegon Targaryen

83.

-¡Déjale!- le grité a Aemond sin comprender porque intentaba ahorcar a su hermano.

Aemond soltó a Daeron dejándole caer al suelo mientras tosía intentando recuperar el aliento.

-¿Fue él el que me golpeó?-preguntó Aegon echándome hacia atrás con su mano para posicionarse delante de mí.

-No solo eso- contestó Aemond propinándole una patada a su hermano menor para que no se levantara del suelo- quería llevarse a Lyanna lejos de aquí.

Aemond se  giró para mirar a Daeron y se agachó con gesto enfadado.

-¿Querías que te amara por obligación?

Daeron no levantó la mirada del suelo y eso solo hizo que mi corazón se resquebrajara, ¿Era cierto lo que decía Aemond?

-Yo solo quería hacerla feliz…-susurró él.

Aemond sonrió de medio lado y se levantó acercándose a mí.

-¿Te haría feliz eso, Lyanna?¿Te haría feliz irte lejos y acabar siendo la esposa de un….

Aemond desvío la vista hacia Aegon y apoyó una de sus manos en su pecho sin terminar la frase.

-Creo que siempre hemos estado mejor sin él…-susurró cerca del oído de Aegon, pero lo suficiente alto como para que yo lo escuchara- madre ya no está para echarle en falta.

Mis latidos se aceleraron y solo bastó que Aegon me mirara a los ojos para que negara con la cabeza apartando con enfado la mano de Aemond.

-Te agradezco mucho lo que has hecho por Lyanna y mi hija- Aegon se agachó pasando una mano por la espalda de su hermano que aún era incapaz de levantar la mirada del suelo, pero cuando escuchó las palabras de Aegon le miró con enfado.

-Es mi hija-dijo secamente Daeron poniéndose de pie mientras se aclaraba la garganta- ¿O no te ha contado Lyanna todo?

-¿Todo?- pregunté frunciendo el ceño-¿Qué quieres decir con..

Pero me quedé callada cuando Aegon sin previo aviso le propinó un fuerte puñetazo a su hermano provocando que Aemond me sujetase para darle vía libre sin que yo pudiera interponerme.

-Hemos estado hombre y mujer conviviendo en una cabaña durante tantas lunas que solo un ingenuo creería que no hemos llegado a hacer nada.

Las palabras de Daeron me hirieron en el fondo de mi alma y zafandome de las manos de Aemond caminé hacia él.

-¡¿Se lo vas a negar?!- me gritó Daeron sobresaltandome mientras se llevaba una mano a su labio partido.

Aegon desvío su mirada hacia mí y sin decir nada más salió de la habitación con enfado mientras mi mirada continuaba clavada en Daeron.

-Ya me lo agradecerás…-susurró él mirándome con frialdad y saliendo detrás de Aegon.

Escuché los pasos de Aemond detrás de mí al mismo tiempo que una lágrima resbalaba por mi mejilla repleta de decepción.

-Tienes dos opciones,Lyanna- apoyó sus manos en mis hombros- llevarte a tu hija lejos de aquí o ordenar que detengan a Daeron antes de que se la lleve él.

Me giré de golpe quedando a escasos centímetros de él, pero antes de poder reaccionar Aemond dió un paso hacia atrás con timidez.

-También puedes optar por la tercera opción- sonrió de medio lado caminando hacia atrás- te queda por probar un hermano más.

Me giño un ojo y salió acompañando a los otros hermanos mientras yo continuaba quieta. Intentando asimilar todo lo que había dicho Daeron para lograr separarme de Aegon.

¿Desde cuándo Daeron actuaba de esa manera?¿Cómo podía hacerme algo así si sabía que lo que yo más deseaba en el mundo era estar junto a Aegon?

Tragué saliva e hice el amago de salir de la habitación, pero entonces Luke se asomó a la puerta y me miró con el rostro repleto de lágrimas.

-Jace ha muerto…-susurró dando un paso dentro de la habitación.

Tragué saliva y caminé hacia él dispuesta a abrazarle, a consolarlo por su pérdida cuando al pasar mis brazos por su espalda para atraerle a mi, sentí como hundía una daga dentro de mi.

-Lo siento, pero esto no puedo perdonarlo…

Y sacando la daga me dejó caer al suelo, quedándome con su imagen repleta de dolor como último recuerdo.