Estiré mis piernas al igual que mis manos para mover mi cuerpo a un lado y abrir mis ojos sin muchas ganas.
— ¿Qué hora es...? — Susurré.
Me senté en la cama y tapé mi cuerpo con las sábanas ignorando el hecho de que Marcos aún siguiera durmiendo.
— 9 en punto... Y es sábado. — volví a susurrar.
Giré mi rostro hacia Marcos y me acosté arriba suyo para taparnos con la sabanas.
— emh...
— Ya despierta. Debes ir a entrenar, ¿Recuerdas? — pregunté hundiendo mi dedo en sus mejillas.
— Estoy cansado. — Murmuró aún con los ojos cerrados.
— Dormiste toda la noche. — contesté.
— Tú no haces el trabajo. — volvió a susurrar.
Solté un suspiro y me bajé de la cama empezando a vestirme.
— Bien, supongo que deberé bañarme sola. — contesté.
Me coloque mi ropa interior y una toalla volviendo a ignorar a Marcos quien lentamente se iba levantando y despertando.
— Yo también me bañaré. — contestó colocándose su boxer.
Hundí la toalla en el rostro de Marcos y lo empujé al baño mientras hablaba.
— ¡Llegarás tarde, báñate solo! — comenté casi gritando.
Cerré la puerta del baño y abrí la ventana esperando que se ventilara.
Saqué las sabanas, pasé la escoba por la casa y luego acomodé el poco desorden que había.
Debería comprarme ropa.
Le preparé un batido a Marcos para que se llevara al entrenamiento.
Para cuándo salió de la habitación ya vestido, lo acompañé hasta la puerta y dejé un corto beso.
— Suerte.
— Gracias linda — sonrió devolviendo el beso.
Dejé que se fuera y aproveché para darme un baño largo ya que iría al centro comercial.
Abrí la puerta del departamento y cerré uno de mis ojos aturdida por los gritos de Stacey.
— ¡TRAIDORA! — gritó señalando.
— ¿Eh?
— ¿Cuando nos ibas a decir que ahora tienes un departamento? es más, ni siquiera una pijamada armaste. ¡Que decepción!
— Es cierto. — Murmuró Azumi con un peluche.
— Cállate Azumi.
— Me callo.
— Ayer me lo regalaron. — respondí recibiendo las bolsas de comida.
— Marcos ya nos contó todo el chisme. ¡Ja!
Las miré un poco cansadas de su comportamiento pero aún así lo disfrutaba.
Era de ese cansancio sarcástico.
— ¿Que esperas? Es sábado, vamos a comer todos estos dulces, hasta hay muchi. — contestó Stacey entrando al departamento.
— Mochi. — comentó Azumi sonriendo.
— Es más, también trajimos maquillaje y esas mascarillas chinas.
— Japonesas. — corrigió Azumi con una sonrisa.
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𝐏𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞
FanfictionPolaroid de amor. El amor es un sentimiento anticuado Pero mi corazón está latiendo ¿Por qué estoy así? ¿Porque tienes que ser tú quien se acerca a mi? Yo, el chico menos destacado de la escuela. El chico que hace muchos años catalogaron de "raro".