𝐏𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞

³¹

Sunghoon preparó el almuerzo y yo me quedé bañando a Keiser, incluso le corté algunos pelos largos que tenía.

— A comer Tn.

Coloqué la mesa, los vasos y los cubiertos para sentarme y finalmente decidí preguntar.

— ¿Que pasó con tu hermana Sofía? — pregunté.

Sunghoon dejó de servir la pasta en el plato y simplemente me miró inexpresivo.

— ¿Que dijiste?

— Quería encontrar un momento para poder de-

— Que dijiste antes, Tn. — respondió con seriedad.

Está enojado.

— La otra mañana encontré la cámara de vídeo... — Murmuré — y enserio no quiero que es-

— ¿Quien te mandó a tomar mis cosas? — preguntó con sequedad y alejando el plato de Tn molesto..

— Yo solo limpiaba el suelo...

— Me importa una mierda. — golpeó la mesa con molestia. — ¿¡Que mierda te afecta en si cuento las cosas de mi familia!? — gritó.

— ¡No me grites! — respondí en su mismo tono — ¡Estoy preocupada por ti!

— ¡Eso no es de tu incumbencia! — gritó Sunghoon más fuerte.

— no veo intenciones de que quieras decirme.

— ¿Porque te importa tanto? Es molesto que insistas. — contestó.

— De hecho, es patético que hayas invadido mi espacio personal — corrigió con fastidio.

Bueno...

— Es así como tú arruinas las cosas. — respondí tirando el cubierto al plato con brusquedad.

— ¿Ahora yo soy el problema? Perfecto. — respondió irónico.

— Podrías haber contestado bien y no hubieras arruinado la bonita mañana.

— ¿Cómo quieres que te conteste bien, aún sabiendo de que te importó mierda mi-

— ¿Tú qué? ¿Tu mentira? — me acerqué golpeando su hombro molesto.

— Dame mi cámara Tn.

Miré a Sunghoon y mordí mi labio con impotencia.

Caminé hacia la habitación donde tomé su cámara y sus prendas para acercarme y arrojarlas a la mesa.

— Ahí tienes.

— Eres tan inmadura. — Susurró.

— Yo no soy el inmaduro que oculta a su familia por abandono.

Mierda.

Maldita sea...

Pegué un corto salto mientras cerraba mis ojos ya que Sunghoon había arrojado la cámara de vídeo con fuerza a la mesa.

Así rompiendo un vaso y un plato de cerámica.

— No quería decir eso. — Murmuré acercándome a él.

— Lo dijiste. — contestó. — ¿Feliz?

— Sunghoon...

— Tenía una hermana y murió el día de mi cumpleaños, keiser era de ella y me crié con padres que solo me utilizaron para beneficio propio. Cuando descalifique en el campeonato dejaron de mantenerme y esperaron hasta mis 18 años para dejarme en la calle. — comentó Sunghoon mirando a Tn.

— ¿Eso es lo que querías saber? ¿Ahora estás contenta? — preguntó nuevamente.

Me mantuve callada y miré cómo Sunghoon agarraba a Keiser y abandonaba el departamento.

Apoyé mi cuerpo en la mesada de la cocina viendo los vidrios rotos y solo negué con la cabeza.

— eres tan estúpida...

— eres egoista y siempre lo has Sido — Susurré apenada.

Me agaché y comencé a limpiar los vidrios para tener que tirar la comida a la basura por pequeños pedazos de cerámica.

Tomé su cámara de videos y la dejé en el sofá mientras empezaba a pensar en algunas tiendas de teléfonos en caso de que deje de funcionar.

Las horas pasaron y desafortunadamente, la cámara había dejado de funcionar.

Pensé varias veces en tocar la puerta de Sunghoon pero preferí darle su tiempo y luego me disculparía cómo se debe.

Una disculpa no arregla todo.

A eso de las 11 de la noche, sonó el timbre de la puerta por lo que la abrí y sonreí por la visita sorpresa.

— Hey... Kento.

— Espero que no te moleste que te visite de la nada. — respondió rascando su nuca avergonzado.

— No... Creo que necesitaba una visita.

— ¿Está todo bien? — preguntó Kento.

— No lo sé... — murmure apoyando mi cuerpo en el marco de la puerta.

— Bueno, nada que alcohol y comida no pueda arreglar.— respondió Kento mostrando la bolsa.

Lo dejé pasar y recibí sus cosas para empezar a servir en vasos y platos para luego sentarme en el sofá.

— Cuenta.

Las horas pasaron y cada vez era menos consciente de las palabras que salían de mi boca.

Tal vez era por la cantidad de alcohol que estaba ingiriendo en mi propia casa o simplemente porque Kento no dejaba de servir mi vaso.

— el no debería enojarse porque tú te estás preocupando por el. — respondió Kento riendo.

— Supongo — murmure soltando un suspiro con sueño.

— Aparte, es un idiota si se enoja contigo. No podría enojarme contigo.

— ¿Eh? Que estupidez dirás ahora... — respondí con gracia.

— No podría enojarme con una chica tan perfecta como tú. — contestó Kento apoyando su mano en la cadera de Tn.

— ¿Perfecta?...

— Es difícil ocultar lo mucho que me gustas, desde el primer día que te vi en ese bar.— contestó.

— Kento..

— Sé que soy tu profesor y tu mi alumna pero ¿podrías fingir que esa parte no existe? — preguntó metiendo su mano dentro del pantalón.

Mi cuerpo empezó a sentir calor ante su repentino tacto en mi entre pierna.

— Quiero besarte.

NOTA - 798 palabras.

Capitulo muy corto :)

Pero tengo 3 horas para dormir y también quiero decir que por 5 días no habrá actualización porque me voy de campamento:D

Espero que les guste el capítulo.