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Miré a Sunghoon quién estiraba completamente solo para atar mi cabello del calor y prestar atención al entrenamiento.

— Harán un partido de 10 minutos y luego seguirán con la rutina. Quiero verlos jugar como si estuvieran a punto de perder. ¡Quiero motivación! — gritó el entrenador.

El entrenador armó dos grupos en dónde Sunghoon estaba en uno y Marcos estaba en otro, así convirtiendolos en oponentes..

El silbato sonó y aquellos compañeros empezaron a moverse de un lado a otro, algunos pedían el balón, otros caían al suelo y así constantemente.

Un juego muy agresivo dependiendo con quién tocase.

Sunghoon cayó al suelo de cabeza y se dió la vuelta mirando hacia el techo en silencio.

— Dejen de jugar. — contestó el entrenador corriendo hacia Sunghoon.

Miré la secuencia preocupada y concentrada ya que Sunghoon estaba en el suelo levantándose poco a poco por las punzadas del golpe mientras que Marcos y sus amigos imitaban cómo Marcos le había puesto el pie aproposito.

— Estoy bien. — respondió Sunghoon levantándose. — No fue nada.

Sunghoon salió de la ronda y pasó caminando por al lado de Marcos...

Sunghoon echo una última mirada molesta a Marcos y durante aquella única hora fue como un odio hacia Sunghoon.

¿Que quiero decir?

Todos los que conocían a Marcos sabían de lo que traumaban asique bueno, es algo obvio decir que la mayoría se aprovechaba de ello he intentaban empujar y lastimar al único chico que destacaba en el equipo.

HORAS DESPUÉS: NOCHE

Llegué al bar donde Stacey festejaba su cumpleaños y alze mis cejas de asombro por la cantidad de personas.

— Sabía que tenía muchos amigos pero no creí que fueran tantos. — Murmuré caminando.

Seguí caminando hasta encontrar a Azumi y a Stacey.

Me acerque corriendo y abrí mis brazos para abrazarlas a cada una de ellas.

— Feliz cumpleaños Stacey. — respondí entregando la caja.

— Graciass por venir. — Contestó sonriendo.

— ¿Cuántos amigos tienes? — pregunté asombrada.

— Son conocidos la mayoría. — respondió Stacey.

— La mayoría es de la escuela. — contestó Azumi.

Miré a la multitud y recibí los tragos que los mozos traían únicamente para nosotras.

— ¿Ha venido Sunghoon? — pregunté mientras disfrutaba de la bebida.

— Yo lo ví, estaba en unos de los sillones pero por ahí está en la barra.

Me dirigí a la barra y sonreí con nervios al reconocerlo.

𝐏𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora