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— Chicos, saben cómo son las cosas. — respondió el entrenador con seriedad.

Miré a Marcos, el cual escupía saliva con sangre al suelo mientras que Sunghoon simplemente pasaba su mano por su labio con sangre.

— A dirección, ahora.

Los seguí a mi paso ya que no quería que ni Marcos, ni Sunghoon se acercara a decirme algo porque claramente era para pelea.

Apoyé mi espalda en la pared viendo cómo entraban a dirección y cerré mis ojos soltando un suspiro.

— ¿Cansada de ser la razón? — preguntó.

— Yo no soy la razón. — Susurré ignorando a Kento.

— ¿Y cuál crees que sea la razón? — preguntó Kento apoyando su hombro en la pared.

— Competencia. — respondí con ignorancia.

— Bueno, cómo tenemos el derecho de la libre expresión daré mi opinión. — comentó Kento.

— Dime. — respondí aún con los ojos cerrados.

— Marcos sigue gustando de ti y Sunghoon claramente gusta de ti, lo que provoca odio entre ambos, especialmente si están en el mismo equipo de rugby dónde los dos destacan por su habilidad pero no los juzgo, yo también podría estar como ellos.

— ¿Peleando? — pregunté mirándolo mientras me cruzaba de brazos.

— Celoso.

Lo miré y solo rodeé mis ojos con una pequeña sonrisa.

— No soy linda y no entiendo porque pierde su tiempo en mi. — respondí.

— Son 3 chicos peleando por tu amor, yo me sentiría orgulloso.

— ¿Tres? Querrás decir dos.

Kento soltó una corta risa y solo negó con la cabeza con hipocresía.

— Boba.

— Tonto.

— Por cierto, boba. ¿Que opinas de salir a bailar? — preguntó lamiendo sus labios.

— No lo sé, tengo cosas que hacer.

— Vamos, haz un espacio para mí. Podríamos salir a cenar y luego bebemos algo tranquilo, nada fuera de eso.

— ¿Cuando? — pregunté pregunté peinando mi cabello hacia atrás.

— que tal... ¿Mañana por la noche?

— ¿Hoy?

— Oh bueno, si quieres hoy, viene genial.

La puerta se abrió dejando salir a Sunghoon y a Marcos con unas expresiones largas y aburridas.

Pero sus rostros cambiaron drásticamente ante la presencia de Kento.

Ya ninguno se veía aburrido, solo se mostraban interesados y molestos.

Ah, profesor. — Murmuró Marcos aproposito.

— Estaba charlando con su compañera de lo sucedido, podría haber Sido grave... Pero es un alivio que estén bien. — respondió Kento.

Reí ante la mentira de Kento y caminé hacia Sunghoon.

— En fin, cuidense chicos y cumplan con los castigos si no quieren un menos en las notas. — Ríe Kento alejandose.

Las falsas risas de Marcos y Sunghoon resonaron por todo el pasillo hasta que la figura de Kento desapareció.

— y, ¿Que castigos cumplirán? — pregunté.

𝐏𝐨𝐥𝐚𝐫𝐨𝐢𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora