25. El recital

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Durante los días previos al recital, Alexa y Lorena siguieron conversando. Primero, mediante mensajes de texto, luego en llamadas e incluso en videollamadas.

Disfrutaban de conocerse, conversar y compartir el tiempo juntas. Como ahora que Alexa estaba llamando a Lorena.

Inicio de la llamada

—Hola.

—Hola, bonita.

—¿Te interrumpí en algo importante? No me gustaría estar molestando, solamente te quería saludar.

—Tú nunca molestas, pero por si tenías el pendiente, no estaba haciendo nada importante hasta esta llamada y escuchar tu voz.

Sonó muy bonito así como lo dijiste.

—Únicamente expresé la verdad.

—Eres adorable. ¿Estás lista para mañana?

—Sí, estoy realmente emocionada. Deseo que todo salga bien y me muero por verte.

—Lo mismo me sucede a mí, de verdad que he contado cada día y casi cada hora. ¿Cómo debería ir vestida?

—No lo sé, como tú te sientas más cómoda.

—Es que me gustaría verme increíble.

—Así te ves siempre, Alexa, no necesitas hacer nada más.

—Lorena, deberías dejar de hablarme así, se me podría hacer costumbre y después no podrás soportarme.

—Nada me gustaría más que te acostumbres a mí.

—¿Ya te dije que me muero de ganas de verte?

Fui yo quien ya lo había mencionado,  pero me da gusto que te sientas igual.

Es lindo saber que estoy a unas cuantas horas para tenerte cerca de mí otra vez y abrazarte.

—Serás mi mejor regalo, Alexa. Tengo que irme a ensayar, pero nos vemos mañana. Ten una linda noche, bonita.

—Gracias, éxito en todo. Nos vemos mañana.

—Hasta mañana.

Fin de la llamada.

Kara entró a la habitación de Alexa a dejar algunas cosas y fue testigo de la gran sonrisa de su hija.

—¿Estabas hablando con Lorena, verdad?

—Sí, mamá. ¿La sonrisa me delata?

—La sonrisa, la mirada e incluso ahora bailas por todo.

No me había dado cuenta de que hacía eso, aunque no me sorprende. ¿Cómo estás tú, mejor?

—Sí, mi ánimo se encuentra mejor. Aunque para serte honesta, me siento nerviosa y no sé por qué.

—Debe ser que te he contagiado de mis alocadas emociones.

—Sí, es probable. Siento que mañana será un día muy importante y espero que eso solo signifique cosas buenas.

—Deseo lo mismo. Igual ahora me siento más confiada con la mamá de Lorena.

—¿Ah sí?, ¿Ya la conociste?

—Personalmente no, pero Lorena me ha contado cosas de ella, parece ser una maravillosa madre. Y a decir verdad, vi una foto de ella y es muy guapa, Lorena es muy parecida a ella.

El corazón insiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora