15. Un mal amor

438 53 22
                                    

Tan pronto como fui avanzando caí en cuenta que yo había invitado a Kara a este viaje y que no podía irme así simplemente. Sentía mucho dolor, pero no quería comportarme como una idiota, no me perdonaría si algo malo le sucediera. Tal vez Kara ya no sintiera lo mismo por mí, pero yo la amaba más que nunca y necesitaba saberla bien.

—Lena. ¿Se te olvidó algo?

—Sí, tú... Quiero decir, llegamos juntas y de igual forma tenemos que irnos.

—No era necesario que te preocupes.

—Yo sólo sé que tengo que hacer esto, así que espero que me dejes hacerlo.

—Sí, Lena. Gracias.—Nos subimos al autobús y consideré prudente sentarme lo más retirado de ella. Fui observando el paisaje, pensando en todo lo que había pasado entre ayer y hoy, nada tenía sentido. La Kara que me había amado anoche no se parecía en nada a la persona que hoy me había roto el corazón. ¿Quién te dejaba de querer de la noche a la mañana? Sólo alguien que nunca te había amado, pensé.

Quería llorar con todas mis fuerzas, pero no podía, se negaban a salir mis lágrimas. Ni siquiera era capaz de hacer eso y Kara quería que la odiara, como si fuera tan fácil convertir el amor en odio. Esto se sentía tan mal de tantas maneras y aunque mi cabeza no necesitaba de nada para soltar a Kara, el corazón insiste e insiste hasta que un día entiende que ya no puede seguir aferrándose a alguien que ya te demostró que no te quiere ni te necesita en su vida.

La verdad es que no importaba de quién se hubiera enamorado de Kara, mi dolor hubiera sido el mismo, pero cuando dijo el nombre de Mike simplemente pensé que la vida debía odiarme. Jack siempre me dijo que Kara y Mike terminarían juntos, que debían ser tal para cual, pero yo siempre me negué a creer todo eso. No imaginaba a Kara enamorada de una persona como Mike y mucho menos pensaría que ellos fueran iguales, ni siquiera en estos momentos Kara se podía comparar a Mike, yo no tenía pruebas, pero sabía que él no era una buena persona.

No importaba que yo no viera nada bueno en Mike, Kara parecía haberlo elegido a él. De nada parecían haber servido aquellos momentos tan felices que habíamos tenido, las risas y el amor, Kara no dudó en elegirlo a él y eso me destrozó por completo. Me sentía como una imbécil por todas las veces que imaginé una vida junto a Kara, por todas las cosas que quería vivir con ella y por todo lo que hubiera hecho por verla feliz. Le había dado todo de mí, pero yo no había sido suficiente.

___________________

Kara habría querido ir detrás de Lena en cuanto esta se fue, pero ya no podía echarse para atrás, ya había tomado su decisión y tocaba tomar responsabilidad de eso. Ya nunca más iba a volver a besar a Lena ni mucho menos tenerla entre sus brazos, eso era suficiente para llorar. Después de mucho pensarlo, le había puesto de excusa a Lena lo primero que se vino a la mente.

Por supuesto, estaba lejos de estar enamorada de Mike, pero fue lo más lógico que se le ocurrió inventar. Una parte de ella se sintió feliz de que Lena no creyera fácilmente sus mentiras y que su corazón supiera la verdad, que ella sólo podía amar a Lena y a nadie más.

Sin embargo, su parte racional, la que haría todo por salvar a Alex, necesitaba que Lena le creyera y se alejara de ella, aunque eso le doliera en lo más profundo de su alma. Ya no sabía qué más hacer o decir para que Lena entendiera que el final  de su amor había llegado.

No podía dejar de observarla, se daba cuenta que Lena hasta ahora no había llorado y eso sólo significaba que el dolor era tan grande que ni siquiera podía desahogarse.

Como era de esperarse, Kara se sentía como la peor persona del mundo y deseaba desaparecer así como le había tocado a Alex, pero en cambio ella tenía que quedarse e intentar arreglar todo, a costa de su propia felicidad. Había perdido a Alex y ahora también a Lena, no le sorprendería que Sam también tomara distancia con ella, al final del día solamente podría contar con Mike.

El corazón insiste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora