El corazón insiste.

48. Nueva vida

Aunque una parte de mí desearía escuchar que Mike ya no existe en este mundo... Lo cierto es que el disparo de Alex no resultó mortal y después de todo, diría que hasta me sentí un poco tranquila, solamente por pensar en Alex y en especial por Alexa. Hablando de esta última, ella se había negado rotundamente a visitar a su padre en prisión, al menos por un buen rato, Kara tampoco tenía intenciones de verlo de nuevo.
En cambio, para mi hermano y para mí resultaba necesario cerciorarnos de que Mike estaría en la cárcel, ya no pudiendo hacernos daño nunca más.
Decidí ser la primera en hablar con Mike y debo decir que ni pese a sus desfavorables condiciones se le quitó la expresión burlona de su rostro, había personas que definitivamente nunca aprendían de sus errores y una de ellas siempre sería él.
En cuanto a mí, no dejaría que el odio y el rencor siguieran consumiendo mi vida, desde ahora y para siempre, Mike sería solamente un mal recuerdo en mi vida, no permitiría que sus acciones del pasado siguieran causando estragos en mi presente, esta sería la última vez que hablaría con él y soltaría todo lo que me ataba a la persona que más daño me había causado en la vida.

-¿Ya me extrañas, Lena? No te culpo, soy totalmente irresistible, mal que no te dieras cuenta antes, pudiste haberte ahorrado muchos problemas. -Sabía que solamente quería provocarme enojos como siempre, pero él ya no estaba en posición de burlarse de nadie, sino todo lo contrario, al fin entendí lo vacío que él siempre había estado.

-¿Cómo está tu pierna?, ¿ya puedes caminar mejor? Debe ser difícil estar así y encima encerrado. -Se le borró la sonrisa y eso me produjo mucha satisfacción, lo tenía justo donde quería.

-Pude negarme a recibirte, sabes, pero agradezco la visita de mi persona favorita, siempre me esmeré en que fueras una persona feliz y veo que estás agradecida.

-Cuando pasen los años, hasta vas a rogar que alguien como yo te visite, pero esta es la primera y última vez que vengo. Al fin estás en el lugar que te mereces, te combina bien con lo podrido de tu alma.

-Debería estar aquí, pero por acabar contigo, no olvides que casi lo logro.

-Suerte en una próxima ocasión... Ah, cierto, no habrá una próxima vez, porque no saldrás de aquí y lo sabes. Recuerdo todas las veces que te burlaste de mí, te sentías tan ganador y mírate ahora, un perdedor que solamente sabe dar lástima.

-No quiero seguirte escuchando.

-Espera un momento, antes tengo excelentes noticias que seguro te van a alegrar el día. Para empezar, me complace comunicarte que Kara y yo nos vamos a casar muy pronto y nuestras hijas seguirán felices juntas, porque no, por supuesto no lograste separarlas y a nosotras tampoco. Sí, eso es todo lo que quería decirte, moría por ver tu rostro lleno de frustración como ahora. -Antes de que él me insultara o algo parecido, decidí marcharme, para que mi lugar lo ocupara mi hermano.

-¿Qué haces aquí?, ¿me van a visitar todos los Luthor o qué?

-Por supuesto que no, Lorena jamás va a pisar un lugar como este y sinceramente, creo que en el caso de Alexa será lo mismo. Ella no quiere saber nada de ti y la verdad es que nadie puede culparla, es una verdadera pena que tú seas su padre.

-Ya lo dijiste tú, sigo siendo su padre, por lo mismo sé que tarde o temprano vendrá.

-Sí, el mismo padre que no hubiera dudado en acabar con la vida de su madre... Ya que sabemos que no eres más importante que Kara, bueno, todo está dicho.

-Lárgate de aquí.

-Oh no, mi querido pinocho. ¿Pensaste que sigues viviendo por casualidad? Claro que no. Fácilmente, pudiste tener un accidente camino al hospital, en tu cirugía o en cientos de momentos, quiero que lo tengas en cuenta.