El corazón insiste.

43. Vacaciones

Después de la gran noticia que me había dado Kara, fui a mi casa para ordenar todas mis cosas y a dejar algunas instrucciones claras para Lorena. Sabía que mi hija estaría muy bien cuidada y querida por Sam, pero igualmente, siempre me preocuparía por ella.

—Mamá, te ves feliz y radiante. Definitivamente, te está haciendo bien intentarlo de nuevo con Kara. —Lorena me sonrió y con ese pequeño gesto pude notar que por fin no parecía preocupada por mí ni por mi vida, ahora lucía tan tranquila y feliz, me recordó a su padre y la sensibilidad terminó de aflorar en mí.

—No voy a negarlo... Lorena, estoy realmente ansiosa de que mañana saldré de viaje con ella, ¿segura que estarás bien?

—Sí, sé cuidarme y no estaré sola, sabes que estaré bien en compañía de mi tía Sam y bueno, también de Alexa.

—De todas formas, cualquier cosa que necesites, sabes que puedes llamarme, a la hora que sea.

—Lo sé, tú también. ¿Por cuántos días se van? Disculpa no haberte preguntado antes.

—Solo nos iremos por una semana.

—¿Por qué tan poco tiempo?

—Fueron los días que Kara pidió en su trabajo... —Mi hija se quedó en silencio por algunos segundos e intenté adivinar sin éxito lo que pasaba por su mente.

—No lo sé, mamá... Pienso que ustedes se merecen mucho más tiempo a solas, yo pensaba que se irían por lo menos dos semanas.

—Ya habrá oportunidad de pasar más tiempo juntas.

—Seguramente, pero tal vez puedas hacer algo más, ¿no crees?

—¿Quieres que hable con su jefa o algo así? —Me reí porque me resultaba gracioso hacer algo como eso, pero entonces Lorena tomó una actitud seria, ella de verdad estaba considerando esa opción.

—Sí, algo así. ¿La conoces?

—He conversado algunas veces con Cat Grant, pero no diría que tengo la confianza de pedirle un favor así.

—Deberías intentarlo por lo menos. Llevas más de la mitad de tu vida amando a Kara, hazlo por ese gran amor, se lo deben.

—Si Sam me hubiera propuesto una idea similar, ya le hubiera dicho que no...

—Es por eso que te lo estoy diciendo yo. Haz por una vez lo que quieres, mamá.

—¿Y si Kara se molesta?

—Pues tendrás dos semanas para ganarte su perdón, eso en el peor de los casos. Si se molesta contigo por darle más días de descanso, seré yo la que se enojará con Kara y estoy segura que Alexa va a pensar igual.

—Me agrada tu idea de estar más días con ella, tienes razón en que nos lo debemos. —Sea por la vida, la inmadurez o las malas decisiones, lo cierto es que Kara y yo ahora teníamos la oportunidad de amarnos mejor de lo que lo que lo habíamos hecho en el pasado.

—Sabes que una de las cosas que más deseo en la vida es que por fin te encuentres bien, mamá. Que esa sonrisa que tienes hoy no se vuelva a ir de ti.

—Gracias por apoyarme tanto, hija.

—No te quiero aquí sino hasta dentro de dos semanas, ¿estamos claras? —Me reí, debía reconocer que Lorena era la más pacífica de toda la familia, pero no dejaba de ser una Luthor y ese aspecto a veces inevitablemente se hacía presente.

—Trato hecho. Ahora tengo que encargarme de Cat Grant, espero tener éxito.

—Sé que lo tendrás, yo no me preocuparía por eso.