El corazón insiste.

6. La decisión.

Estar con Kara me hacía sentir feliz, por más que otras cosas en mi vida se estuvieran derrumbando.
Ella era la luz a la cual me aferraba cada día, algo como el sol de cada mañana.

—Sabemos que están conscientes de todo lo que pasa entre su madre y yo. Han sido testigo de innumerables discusiones, gritos e incluso insultos. Me habría gustado que no se enteraran de nada, pero ya que lo hicieron y son prácticamente unos adultos, es momento de tomar decisiones.—Lex y yo nos miramos mutuamente, teníamos miedo de lo siguiente que fuera a pronunciar nuestro padre.

—Ya deja de darle tantas vueltas a todo, Lionel. Ellos ya están grandes, lo van a entender.

—Después de muchos años intentando que todo mejore, evidentemente sin ningún éxito. Su madre y yo hemos decidido divorciarnos. Por obvias razones, ella y yo ya no compartiremos el mismo hogar, pero eso no significa que no los amemos a ustedes.

—¿Qué va a pasar con nosotros?—Menos mal que Lex preguntaba todo lo que no se me ocurría a mí, más bien no quería hablar.

—Tienen la opción de quedarse aquí con su madre o empezar una nueva vida conmigo, respetaremos lo que decidan. Sé que toda su vida la han vivido aquí, pero yo he decidido cambiarme de ciudad.—Mi madre me miró como entendiendo que seguramente yo querría irme con mi padre, tal vez en otro momento hubiera tomado esa decisión, pero yo no quería dejar de ser novia de Kara.

Adoraba a mi padre, siempre fuimos muy unidos y estaba segura que estaría bien con él. Yo nunca he sido una persona que se adapte bien a los cambios, pero él me haría sentir en un verdadero hogar donde quiera que estuviéramos... En cambio, yo decidí aferrarme a lo que la vida me decía de tantas maneras que no era para mí.

Quizá si me hubiera ido con mi padre mi vida sería tan diferente ahora, me habría ahorrado tanto dolor y desilusiones... Pero también me habría perdido de amarla a ella y de sentir que juntas éramos capaz de alcanzar estrellas.

—Papá, quiero que sepas que te amo. Y espero que entiendas si quiero quedarme a vivir con mi madre.—Todos me miraron con sorpresa, después vi una sonrisa burlona en el rostro de mi madre. Estaba disfrutando de mi decisión, mientras mi padre me sonreía con resignación. Lex también decidió quedarse con nosotras.

Ver a mi padre salir de la casa con un par de maletas, me afectó más de lo que yo hubiera creído, unas lágrimas empezaron a humedecer mis mejillas.

—No llores, Lena. Esto fue lo mejor para todos. De todas formas, así lo decidió tu padre, como siempre.—Confieso que pasaron muchos años para que pudiera entender la actitud de mi madre. Fue triste darme cuenta que aunque él fue el mejor de los padres, era un pésimo esposo y sus decisiones complicaron la vida de todos. Quise salir de mi casa y buscar a Kara, necesitaba un abrazo de esos que sólo me sabía dar ella.

Busqué a Kara y para mi sorpresa no estaba en su casa. Cuando me regresaba al auto, la vi con Mike. Lo que menos necesitaba era encontrarme con él y discutir como siempre. Noté que buscaba cualquier pretexto para acercarse a Kara y entendí la razón por la que repentinamente había dejado de molestarme, mis sospechas eran cada vez más ciertas: Mike estaba interesado en ella.

Nunca quise ser una novia celosa o controladora, de hecho no tenía problema con que Kara estuviera con quien ella quisiera, pero Mike siempre fue punto y aparte. Tenía que advertirle a Kara antes de que él se obesionara con ella como lo había hecho conmigo. Nunca entendí como una persona tan linda como Kara era amiga de alguien tan detestable, pero la realidad es  yo nunca supe quien era Kara para empezar.

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—Gracias por invitarme a salir, Mike.

—Cuando quieras, Kara. Me gusta pasar tiempo contigo, deberíamos ir al cine alguna vez.