El corazón insiste.

9. El baile

Mike estaba más que feliz de que todo el mundo lo viera entrar al baile con Kara a su lado. Portaba una sonrisa y actitud de orgullo, los demás parecieron asumir que si estaban juntos era porque seguro eran novios o estaban a punto de serlo. Por supuesto que esos comentarios eran lo que más amaba Mike y moría porque esas habladurías tarde o temprano se hicieran realidad, de hecho quería ver el rostro de Lena cuando esos chismes llegaran a sus oídos.

Se imaginaba que él y Kara bailarían toda la noche. Su arrogancia le hacía pensar que Kara tarde o temprano dejaría de perder el tiempo con Lena y se enamoraría de él. No entendía cómo Kara prefería besar a una chica, seguro ella estaba pasando por una etapa de confusión y él se encargaría de ayudarla. De alguna forma, le haría entender que él era la única persona a la que debía amar.

Estaba a punto de invitar a bailar a Kara cuando notó que ella dejó de prestarle atención y observaba embobada al frente. Su curiosidad lo llevó a dejar de hablar y descubrir qué estaba pasando, Lena Luthor entraba al lugar y de tal forma que nadie podía dejar de observarla.

Mike no sabía que era más impresionante, si el hecho de que ella por fin asistiera a un evento escolar o la forma en la que iba vestida. ¿En qué estaba pensando Lena? ¿A qué chica loca se le ocurría ponerse un traje y no un vestido? Eso era lo único que se le podía ocurrir a alguien con una mente tan cerrada como la de Mike. Para alguien que estaba tan segura de ella misma como Lena, resultó fácil comportarse con elegancia e incluso con sensualidad, aprovechando que ese traje se ajustaba a  todo su cuerpo y sus atributos físicos resaltaban.

Kara no podía quitarle los ojos de encima a su novia, se daba cuenta de que Lena podía usar lo que ella quisiera y de igual forma conseguiría que hasta lo más sencillo se viera elegante.

Su corazón se aceleró en cuanto la vio y hasta le había sido difícil cerrar la boca de la impresión. Sólo deseaba avanzar hacia a ella y besarla. Estaba más que convencida que Lena era la única persona que quería besar debajo de un muérdago en navidad o la persona con quién más deseaba recibir un año nuevo juntas. Esos ojos verdes eran todo lo que quería mirar por el resto de su vida. Algo dentro de ella le decía que nadie jamás le iba gustar tanto como Lena y la verdad es que Kara nunca tuvo tanta razón como con este pensamiento.

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Ahí estaba yo, llegando a la pista de baile y notando como cientos de ojos se enfocaban en mí. Estaba consciente de que algo así seguramente pasaría, pero no imaginaba que causaría tal sensación. Justo cuando empezaba a sentirme incómoda con tanta atención vi a Kara y el mundo dejó de existir en ese momento. No me importó que ella estuviera al lado de Mike, su mirada me hacía saber que ella sólo deseaba estar conmigo, tanto como yo con ella.

En aquel momento no me le podía acercar o llamaríamos mucho la atención, pero ya encontraría la forma de estar con la persona que quería. Me sonrió con complicidad y yo hice lo mismo, por supuesto, Jack fue la única persona valiente que se me acercó.

—Lena, estás aquí. Creí que mis ojos nunca verían algo como esto. Hoy se siente como un hecho histórico, al menos yo siempre lo tendré en mente.

—Me sorprende que estés aquí también.

—Soy un gran bailarín y aunque pensaba que no bailaría con nadie hoy, quizás eso cambie.—Entendí que él quería bailar conmigo, pero yo no estaba ahí por esa razón, mi única motivación era Kara.

—Jack, a diferencia de ti, yo odio bailar.

—Pero estás aquí, Lena. ¿No deberías aprovechar para sacar tus mejores pasos de baile?

—Sí, lo sé, pero es complicado.

—Quiero decirte que los trajes te quedan muy bien, mejor que a cualquier chico de aquí, incluyéndome. Tendrás que ayudarme a tener tu estilo, me quiero ver como tú cuando sea un prestigioso científico.—Jack siempre fue el mejor hombre que conocí y un día me convencí que probablemente él era la única persona que podía hacerme olvidar a Kara, hasta ahora nadie ha conseguido que yo pueda quitármela de la cabeza y del corazón.