Habían pasado algunos meses desde la boda de Sam y Alex, así que estaba lista para vivir mi propio momento con Kara.
Confieso que cuando éramos jóvenes tenía muchos miedos respecto a cómo sería nuestro futuro y sobre cómo las demás personas tomarían nuestro amor. Ahora nada de eso me parecía importante y estaba lista para gritarle a los demás nuestro amor, porque nada me causa más orgullo que decir que amo locamente a una mujer, no a cualquiera, sino a la que considero mía y a la que le pertenezco en cuerpo y alma. Kara me pertenece tanto como yo a ella, algo que nada ni nadie pudo quitarnos jamás.
Cité a Kara en el auditorio más grande de la ciudad, diciéndole que tenía un evento muy importante (lo cual era verdad), pero omití contarle que no era algo sobre negocios sino sobre nosotras. La tenía frente a mí, junto a las otras personas que amo y muchas otras personas más. Nunca en mi vida me había sentido tan nerviosa por hablar en público, pero siempre había una primera vez para todo, lista o no, había llegado el momento de dar explicaciones.
—Sé que todos se están preguntando por qué los he citado aquí hoy... El misterio ha terminado. La verdad es que los he reunido a todos hoy para hacerles participes de mi felicidad.
Les confieso que durante gran parte de mi vida fui una persona que había perdido la esperanza en el amor, sentía un profundo dolor en el corazón y eso me llevó a comportarme como una mujer dura e inclusive fría. Me dediqué únicamente a criar a mi única hija, a seguir con los negocios de mi familia y no había espacio en mi vida para nada más. Logré muchas metas profesionales y algunos sueños, pero seguía sintiendo un vacío muy grande en mi vida.
Después de haber amado tanto y sentirme lastimada con esa misma intensidad, lo que menos quería era volver a pensar en el amor. Había decidido nunca volver a abrir mi corazón ni confiar en nadie nunca más, haciendo de mi hija mi único y verdadero amor, gracias por todo Lorena.
Una vida sin amor parecía ser el destino de una persona sumida en la amargura como yo, pero estaba equivocada en eso y en muchas otras cosas más. No siempre es falta de amor lo que provoca un rompimiento, porque he sido amada desde siempre, pero se cometieron grandes errores en el proceso y a veces eso forma parte del crecimiento que llegamos a tener como personas.
Todo lo que sentí antes fue tan verdadero como lo que llevo ahora en mi corazón, un sentimiento que fue más allá de la distancia o el tiempo. Hoy puedo escribir una nueva historia, pero con la persona que he amado toda mi vida. Así que deseo que todos ustedes sean testigos de mi gran amor por Kara Danvers. —Kara se acercó a mí con las mejillas mojadas por las lágrimas que estaban presentes ahora.
—Lena, no tenías que hacer todo esto, no era necesario.
—Te amo tanto, Kara Danvers. He callado durante años este amor y no pienso seguirlo haciendo. Por fin todos pueden saber de lo nuestro.
—Eres maravillosa, Lena. Tampoco tengo miedo de mostrar nuestro amor—Kara me besó delante de toda la gente, eso sí que no lo había esperado, pero me alegraba que pudiéramos hacerlo. Aunque no era la única sorpresa que yo tenía preparada para un día como este.
—¿Qué está pasando?—Fingí sorpresa cuando todo el lugar se quedó a oscuras y mantuve abrazada a Kara.
—Se ha ido la luz, amor.
—Dame un segundo y lo resuelvo...
—¿Y cómo harás es....?—Kara ni siquiera había terminado de hablar cuando una pantalla se encendió con las palabras que había querido pronunciar desde hace un largo tiempo:
¿Quieres casarte conmigo, Kara?
Kara volteó a verme y enseguida saqué una pequeña caja aterciopelada color azul para mostrar una sortija, una que formalizaba mis claras intenciones de formar una vida con mi más grande amor.
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El corazón insiste.
FanfictionAños atrás, Lena Luthor le había entregado todo su corazón a Kara Danvers, sólo para terminar con el alma rota y empezar una nueva vida. Después de tanto dolor y con el paso del tiempo, ambas creyeron que su historia tristemente había terminado por...