Ian se quedó analizando la conversación que había tenido con Paloma y solo logró sentirse aún más confundido con respecto a aquello. No la comprendía y su actitud lo hacía sentirse enfadado. Todo aquel día había tratado de ignorar aquella sensación para no rematar por ella algo por lo que no tenía ningún derecho a explotar, pero ella lo hacía todo aún más difícil.
Decidió seguir ignorando el enorme elefante rosa que acababa de aparecer frente a ellos e intentar seguir con la relación de la forma más normal posible. Fue a su habitación y revisó su celular, había un mensaje de Taís y uno de Camelia.
«Hola, Ian, me dijo Paloma que pensaba quedarse un poco más. ¿Estás de acuerdo?».
«Hola, Ian, quería saber si tienes ganas de ir al cine el próximo fin de semana, tengo dos entradas para un estreno. Avísame».
Respondió primero el de Taís y lo hizo casi sin pensarlo.
«Me encanta el cine, solo dime cuándo y dónde nos vemos».
Una vez que lo envió se sintió mal por dejarse llevar por sus impulsos, pero Taís le caía bien y no había ningún motivo por el cual no aceptar aquella invitación.
«Hola, Mel, no hay ningún problema, puede quedarse todo el tiempo que desee».
Enseguida recibió otro mensaje de su hermana.
«¿Te puedo llamar? ¿Estás solo?».
«Sí, estoy en mi cuarto... Llama».
Un rato después, la música que identificaba las llamadas de Camelia comenzó a sonar e Ian atendió.
—Hola, Mel. ¿Qué haces despierta? —inquirió a sabiendas que en España debía ser de madrugada.
—No puedo dormir, llevo días un poco preocupada y no sabía si llamarte o no... No quiero ser intrusiva, pero he notado a Paloma algo extraña... ¿Pasa algo, Ian?
—¿Algo como qué? —inquirió él con temor.
—Bueno, no me malinterpretes, pero la conozco bien y sé que algo le sucede...
—Paloma es una mujer adulta, Camelia, deberías dejarla vivir su vida y tomar sus propias decisiones —zanjó de manera más cortante de lo que debería.
—Lo sé, Ian, no sé a qué viene ese comentario de tu parte. Nunca me he metido en la vida de Paloma así como nunca me he metido en la tuya, solo quiero estar para ustedes si algo los está haciendo sentir mal o si se sienten preocupados... es todo. ¿Es algo malo? Sé que son adultos, pero siguen siendo lo más importante que tengo...
—Lo siento, Mel, no quise sonar muy duro...
—Yo solo quería saber si ella está bien, si la ves bien...
—La veo bien, Mel, no te preocupes, y si algo le sucediera, yo estoy aquí... tranquila, la cuido por ti... aunque Paloma se cuida bien sola, es independiente...
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Cuando las mariposas migran
RomancePaloma e Ian se conocen desde que ella tenía doce y él dieciocho, el padre de ella se ha casado con la hermana mayor de él, pero como él vive en el Brasil desde aquel entonces, nunca habían interactuado tanto más que en algunos eventos familiares en...