🦋 Migración 🦋

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Los meses pasaron entre besos, abrazos, conversaciones profundas y largas noches de sexo

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Los meses pasaron entre besos, abrazos, conversaciones profundas y largas noches de sexo. El invierno estaba a nada de llegar, y Paloma había recibido un email que siempre supo que llegaría.

Con el pecho cargado de ansiedad, fue hasta la sala con la idea de hablar con Ian, pero lo encontró dormido frente al mismo canal en el que siempre veía documentales sobre animales. Se sentó a su lado y lo observó, llevaban varios meses en esa especie de relación que no eran capaces de definir, o, mejor dicho, él no lo hacía porque sabía que ella no quería.

Había sido gentil y respetuoso en todo ese tiempo, nunca la había forzado a darle más de lo que ella podía o quería, pero era plenamente consciente de que él quería más, de que deseaba estabilidad, un futuro... amor.

—A finales del verano y en otoño, las mariposas monarcas realizan un viaje de dos meses desde los Estados Unidos y Canadá hasta México.

El documental que estaban pasando llamó su atención por las imágenes de todas esas mariposas volando en conjunto. Se veían hermosas y pensó en lo mucho que le gustaría conocer ese lugar y estar allí en medio de esa belleza. Escuchó algo sobre su hábitat y observó un mapa que mostraba la ruta migratoria, pero entonces dejó de escuchar y mientras miraba las imágenes lo comprendió todo.

La migración de las mariposas monarca, decía la marquesina.

Algunas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos y volvió a mirarlo, estaba más que claro. Las mariposas comenzaron a aletear en su pecho de la misma manera que lo hacían las de la televisión y a ella aquello la llenó de respuestas.

Respuestas que no estaba lista para escuchar.

Respuestas que no era capaz de aceptar.

Respuestas que le daban miedo y ganas de huir.

Y el pánico se instaló en su cuerpo como hacía mucho no lo sentía, como una sensación helada que se le subía por los pies e iba tomando todo su cuerpo con velocidad. La piel se le erizó y sintió frío. El suelo en el que pisaba se hizo difuso y sintió mareos y falta de aire.

Ian despertó y la observó.

—¿Qué sucede? ¿Te sientes bien? —inquirió—. Estás pálida.

Ella solo negó con la cabeza y se llevó una mano al pecho para tratar de calmar la ansiedad que la estaba abarcando, comenzó a respirar con dificultad y eso asustó a Ian que se levantó y la abrazó, para contenerla.

Algunos recuerdos aparecieron en su mente como flashes de un pasado que creyó haber atesorado bien en un baúl con cerrojo. Su madre despidiéndose de su padre en un abrazo que perforaba el alma, su padre llorando sobre la tumba de su madre como si en ello se le fuera la vida. Su padre tirado en el sofá envuelto en frituras y con olor a alcohol con una fotografía del día de su boda. Ella sola, escondida bajo la cama porque tenía miedo de que su padre también muriera y la abandonara.

Cuando las mariposas migranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora