10 | Te hice un sandwich

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D A R C Y

Bien, aquello era extraño.

Primero me desperté para un excelente día de trabajo, me puse mis zapatillas rojas favoritas, una camiseta ajustada sin mangas, también rojiza, y finalmente una falda hasta las rodillas, de un color evidente.

Me miré al espejo, me hice los bucles en el cabello, y finalmente estaba lista.

«Debo comprar tinte rosa otra vez» me recordé a mí misma, pero eso no era importante entonces, ni que el cabello ya me estuviera llegando a los homoplatos. Al mirar el reloj vi la razón por la que estaba tan calmada y tuve tanto tiempo para prepararme y ponerme bonita.

Estaba llegando veinte minutos tarde, más diez caminando hasta la parada del bus, más quince de viaje, más lo que tarde en venir...

─Para eso ibas directamente mañana ─escuché a Ariela decir sin apartar la vista de su computadora mientras desayunaba un pan francés.

Arrugué el entrecejo mirándola. Sonrió cuando me vio.

─Te detesto.

─Suerte, nena ─sonrió haciéndome ver sus hoyuelos.

Finalmente llegué casi una hora tarde, pero cuando entré a la tienda, lo hice con el mejor de los ánimos. De todas formas, lo necesitaba.

Evan iba a hacerme papilla y a darme de comer a sus hermanitos, quizás por eso necesitaba el empleo y yo le estaría regalando respuestas. Quizás también me comería él.

«Si va a comerme quiero que me coma bonita» pensé y volví a arrepentirme, carajo, ¿por qué me comería? Evan NO me comería. Evan no quería comerme, o no de la manera en la que estaba pensando. ¿Cuál era peor? No me decidía.

Entré. La tienda estaba vacía, pero habían abierto esa mañana. Me acerqué al mostrador y vi una notita verde mar al estilo post-it pegada a una bolsa.

«Hola Ginnylle, llegaste tarde. ¿Cuánto tardas en hacerte esos bucles? ¿Es porque tu pelo se la pasa duro? Espero tu pronta respuesta.

Si no me ves en la tienda JUSTO AHORA es porque estoy en la de al lado, me pidieron ayuda con algo. Por favor, atiende si hay alguien, vuelvo en 5/10/40min.

PD: Es para ti.
*Imagen de Deku con rostro de All Might*
Cómetelo.»

Dentro de la bolsa había un sandwich de jamón y queso tostado. Quedé claramente boquiabierta.

─Le entregaría la...

Escuché la campanita de la puerta sonar. Volteé rápido para ver la escena. Con el sol detrás de ese gigante cuerpo, estaba Evan, secando sus manos con un paño, con polvo negro en los brazos descubiertos, la camisa arremangada y el cabello revuelto.

─Buenos días ─saludó elevando un poco las cejas cuando me vio. Pasó caminando a mi lado, yendo para detrás del mostrador a buscar algo. Su libreta estaba ahí.

Tardé en volver a mis sentidos, debía reconocerlo. Pero bien, era lógico que iba a tener esa musculatura, después de esos dos trofeos de natación...

─¿Me compraste un sandwich?

─Te hice un sandwich ─contestó sin dejar de mirar detrás de la mesita del mostrador.

Entre mis flores y tu atípica ira© | CARMESÍ #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora