18 | ¿Ahora vas a admitir que soy bonita?

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D A R C Y

─Está afuera ─dijo ella y agarró maní con chocolate del tarro, distraída.

─Sip, lo veo ─dije yo a su lado. Ambas mirábamos por la ventana cómo el auto paraba en la puerta y Evan salía. Él tomó su celular y se apoyó en la puerta del auto, viendo la pantalla─. Voy a recibir un mensaje suyo, ¿cierto?

─Sip, te está escribiendo justo ahora.

Pronto sonó una notificación. Tomé el celular sin dejar de ver a Evan por mi ventana. Miré la pantalla.

Chico tabla de lavar:
Abrime.

Chico tabla de lavar:
Abrime.

Chico tabla de lavar:
Abrime SUCIA

Darcy <3:
Qe, salta la reja

─Ve a tu habitación, voy a hacerlo subir ─avisé─. Y deja el maní con chocolate. Lo voy a necesitar.

─Está bien. La protección está en el baño, y sí, hablo de los preservativos y el gas pimienta. Podrías necesitas cualquiera de las dos.

Asentí y bajé mientras escuchaba como ella cerraba su puerta. Antes de abrir la puerta principal, respiré hondo. Una vez ya abierta la puerta vi a un Evan cansado, nervioso y tal vez con un poco de frío. Por la poca luz apenas veía su rostro.

─¿Puedo? ─preguntó y lo dejé pasar. Vi cómo admiraba mis paredes, casi tranquilo─ Es linda tu...

─Mi papá se fue al trabajo en turno nocturno así que no necesitas susurrar, mi hermana está preparada por si intentas asaltarme, y mi habitación está arriba ─le dije de brazos cruzados, volteó a verme─. Habla.

─¿No deberíamos ir a tu habitación, entonces? No me produce mucha seguridad estar en la sala principal.

─Irás a mi habitación cuando no esté molesta.

─Está bien, quiero que sepas que no tienes por qué estarlo, porque Montse y tú no son ni semejantes y jamás te vería como un reemplazo ni a ella como un ejemplo de lo que busco en... no sé, una pareja.

─¿Por qué no? Creí que la amabas.

─Obviamente la quería, pero no tiene por qué ser mi modelo de lo que deseo, no voy a basar mis búsquedas amorosas a futuro en alguien que ya no forma parte de mi vida ─habló obvio─. Duh.

─¿Esa es tu disculpa?

Se acercó dos pasos hacia mí, estando ahora a menos de medio metro. Mi pecho se infló. No había prendido las luces, por lo que solo veía su silueta. Me asustaba, sí, pero si estaba ahí y sabía que era él, asustaba menos.

─Perdón por lo que escuchaste, y perdón por no saberme expresar. Eres... Diferente a cualquier persona que he conocido, creo que jamás encajarías en el lugar de alguien más, ni nadie encajaría en el lugar que estás tomando.

─¿En tu vida?

─En... En mi mente, creo, pero sí, en mi vida suena bien ─bajó la mirada. Con dificultad noté que miraba sus dedos─. Lamento haberte hecho sentir así. Aunque sigo culpando a Bael, fui yo quien no supo remediarlo.

─Está bien, solo estoy hormonal, tranquilo ─resté importancia con la mano, y se acercó un paso más.

─No, no, sólo soy un estúpido, tenías razón, aunque sí hubiera sido más sencillo que me oyeras, en tu lugar tampoco querría oírme.

Entre mis flores y tu atípica ira© | CARMESÍ #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora