De: Evan.
Volví a cerrar los ojos, esta vez no por ti, sino por mis lágrimas.
Pero eso ya lo sabes, ¿cierto?
Te extraño, pero cada noche te dedico esas canciones estúpidas de dolidos, no puedo hablarte si te detesto en el fondo por dejarme ir.
Te perdono, pero odié eso.
Esta vez fue "Mi buen amor" de Mon Laferte. Y hay una parte que me hizo pensar.
Si no quieres regresar
¿Por qué vuelves a buscarme una vez más?D A R C Y
OCTUBREEntré por la puerta con la ventisca otoñal y una bonita calza, debía admitir. Percy me miró a los ojos, siendo el primero en verme, pero quien me habló fue Bael.
─¿Escuchas eso? ─preguntó. Sonaba música.
─Sí, es... ¿Mother Mother? Es la banda favorita de Evan, ¿qué tiene?
─Él sólo escucha Burning Pile y Happy Pills una y otra vez. Entra y arréglalo.
Mientras subía las escaleras no terminaba de entender. Primero, Baelfire me mandó un mensaje de “Ven aquí ahora, es una emergencia”, luego dos llamadas perdidas de Javier, un audio de Percy diciendo que Evan estaba en problemas... Esperaba algo así como un accidente automovilístico.
Tener tantos números nuevos era algo complicado...
Subí y entré a la habitación de Evan sin tocar, cerrando la puerta detrás de mí. La música estaba a todo volumen en un jodido parlante junto a la cama de Evan. Él estaba acostado. No, no acostado en la cama, acostado en el suelo, boca arriba, mirando el techo. Aunque estuviera todo oscuro podía ver levemente las cosas.
«Momento Mon» pensé y me senté a su lado. Me dediqué a ver la nueva decoración de Evan. Ahora habían pósteres de varios artistas, un estante con plantas cerca de su ventana, libros... Era como si el verdadero Evan hubiera decorado su habitación por primera vez, como lo haría cualquier adolescente.
La terapia a la que estaba yendo le servía demasiado, pero a veces tenía estos momentos de llanto explosivo y música alta. Lo que estaba yendo mal era su compra impulsiva de un parlante.
Me estiré y le bajé despacio el volumen a la música para volver a sentarme a su lado, sin apagarla ni callarla. Evan parpadeó cuando le sonreí, dejando caer una lágrima.
─Te hice una playlist ─le dije acariciando su cabeza junto a mis piernas. Él no me miró.
─¿Esa es tu manera de decir que estás enamorada de mí? ─preguntó dejando caer otra lágrima. Me asomé a conectar mi celular al parlante.
─Lo es. Pero es más para que llores.
Evan frunció el ceño y giró un poco la cabeza hacia mí.
─¿Por qué querrías que llore?
─Para que te desahogues, mi corazón.
Puse “Play” y empezó a sonar Mi buen amor, de Mon Laferte. Me volví a acercar a Evan, tomando su cabeza y acostándola en mis piernas cruzadas. Acaricié esta y él cerró los ojos.
Evan volvió a llorar, esta vez cerrando los ojos, sabía que recordando a Mon.
Después Hasta la raíz de Natalia Lafourcade. Y después Díganle. Todas bajitas, todas llorando. Yo en mi cabeza recordaba a mi mamá con la segunda, pero las demás estaban vacías; quizá porque nunca me había identificado con ellas.
Siguieron sonando canciones, hasta que eventualmente Evan paró de llorar. Estiró sus brazos hacia su rostro para pasar los nudillos por los párpados como un niño pequeño. Terminamos viéndonos, inspiró por la nariz.
─Gracias por la playlist ─sollozó.
─No hay cuidado, para eso están los amigos.
─¿Crees que la terapia esté funcionando?
─Pues, ahora parece que te conoces mejor, ¿no? Y aunque duela lo de Mon, lo estás afrontando muy bien ─pasé mi mano por su cabello, dándole mimos en el cuero─. Creo que estás haciendo un gran trabajo, Evan. Estoy orgullosa.
Evan cerró los ojos mientras parecía querer sonreír, sus comisuras se levantaron muy poco, y por fin, exhaló sin tiritar. Después de unos segundos, decidió preguntar:
─¿Puedo quedarme con la playlist?
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Entre mis flores y tu atípica ira© | CARMESÍ #2 ✔
RomanceEvan Rojas es un hombre con una sola idea en su cabeza: Conseguir trabajar en la tienda de plantas del señor Guille y heredarla cuando él se jubile. ¿Por qué? Es sencillo: Evan tiene 7 hermanos que alimentar, un padre con el que no se lleva bien y u...