Capítulo 13: Más de cinco palabras

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Anne estaba hospitalizada.

Mirarla a través de la ventana de su habitación con un tubo metido en su garganta y quemaduras en su cuerpo en el área crítica del hospital era un recordatorio crudo del tipo de vida que llevábamos.

Sostuve el café soluble en un vaso desechable en mi mano sin despegar la mirada de ella escuchando el suspiro bajo de Jansper a mi lado.

- Es nuestra responsabilidad.- Dijo en voz baja.- Sabemos los riesgos y aún así elegimos hacerlo. No tienes que verte como en un funeral.

Sonreí débilmente.

- No puedo evitar deprimirme si veo mi futuro proyectado así o en una caja cada vez que decido pelear.- Contesté.- No siempre se trata de habilidades, es una probabilidad incierta de la muerte que va y viene.

- Aún así, alguien debe de hacerlo, ¿No? - Él sonrió llevando su mano a su cabello. Su actitud fresca era muy opuesto a lo que yo sentía. Sacudí la cabeza, solo alguién como él podría enfrentar este tipo de vida sin tener repercusiones psicológicas.- Debes de dejar de pensar tanto Angelique, eso es lo que te pone mal. Vive el día a día y ten un retoño antes de que algo acabe con tu vida.- Se rió.- Así le dejas un dolor de cabeza al mundo antes de ir al más allá.

- ¿Por qué lo dices? ¿Tu ya te estás esforzando en ello? - Lo empujé.

- Yo ya me puedo marchar en paz.- Dijo antes de robar mi café y tomar. Hizo una mueca.- Esto no tiene suficiente azúcar. Ten.- Lo empujó de regreso a mis manos.- Voy por el mio.- Se marchó. Suspiré y tomé del lado contrario a donde Jansper puso sus labios.

Giré mi cuerpo al ver a Michael llegar con Jens, el rubio se detuvo a saludarme pero Michael me pasó de largo hacía la habitación de Anne. Aún así por el corto período de espacio que lo ví pude ver las oscuras ojeras bajo sus ojos y su rostro demacrado. ¿Él también lo había pasado mal?

- Pareces cansada Angelique.- Dijo Jens.- Puedo ver qué a todos nos golpeó lo de Anne. Tenías poco tiempo de conocerla pero se habían llevado bien desde el principio, ahora tenemos que esperar noticias.- Ambos observamos a Michael que entró con bata y cubrebocas al área donde estaba Anne.

- Era muy alegre.- Murmuré viendo a Michael observarla, levantó su mano hacía su rostro, pero no sé atrevió a tocarla, no podía porque todo lo que la rodeaba era estéril y las enfermeras habían dicho que sería peligroso contaminar su entorno.- Anne solía molestar mucho a Michael...

- Mich, Mich...- Ella se sentó a su lado y picó sus mejillas varias veces pero él no respondía, solo se giró a mirarla. Ella le regaló una enorme sonrisa.- ¿Quieres de mi cono? Es nieve de vainilla con chocolate, lo pedí en la cocina real para ti pero se me antojó de camino hacía aquí y no pude evitar empezar a comerlo. Pruébalo, ¿Si? Si no lo haces me voy a sentir muy mal por haberlo comido yo sola.

Michael le quitó el cono aún sin decirle nada a ella pero comenzó a lamerlo con descaro. Anne se sonrojó apartando la mirada.

- ¿Cómo no hacerlo? - Jens respondió.- Michael es su única familia.

- ¿Su única familia? ¿Son hermanos? - Pregunté y Jans sacudió la cabeza.

- Anne y él crecieron en el mismo orfanato, solo se han tenido el uno al otro para sobrevivir. Ella lo ha cuidado como a un hermano menor.- Dijo con la atención en el hombre joven de veinte años que hasta cierto punto parecía paralizado con la imagen frente a él.

- Pero los sentimientos de Michael parecen más complicados que eso.- Murmuré viéndolo, lo disimuló muy bien hasta este momento, pero el no parecía estar a punto de perder a una hermana, si no a la mujer que amaba. ¿Por eso había sido el primero en correr a buscarla cuando el caos comenzó? Él no había parecido del tipo que buscaba a compañeros caídos pero en ese momento no lo pensé mucho porque tenía otro tipo de preocupaciones.

Misión: Proteger al príncipe, Contratiempos: Enamorarse. (I libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora