Capítulo 15: Delimitando las reglas

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Esta vez, decidí tomarme unos minutos más en el sofá de la sala común de los supervisores de zona de los guardias antes de ir hacía el exterior. Henrik estaba trabajando en su portátil a un costado. Levanté mi reporte para el príncipe de lo relevante del día, pero en realidad no tenía nada más que relleno como otra disputa entre Adeline y Adriette, aunque le había agregado el tema que les asignaron a cada una, tenía una gran posibilidad de que él ya lo supiera. Suspiré pesadamente y me acosté.

- Necesito unas vacaciones.- Murmuré.

- Necesitas dormir.- Henrik dijo distraídamente.

- Cuando su alteza se quede quieto.- Contesté y escuché su risa repentina antes de que cerrara su portátil.

- ¿Klaus? Imposible.- Me miró.- Si quieres ser una sombra perfecta del príncipe tendrías que estar preparada para todo. Seguirle el ritmo es muy complicado.

- ¿Lo conoces? - Cuestioné. La manera en que lo mencionó por su nombre y no su título me dio un indicio de ello, pero ¿Él no se había presentado como uno de los nuevos?

- Yo era hijo de su niñera, pero me integré a la seguridad solo hace poco tiempo.- Henrik comentó leyendo la pregunta en mi expresión confusa.- Crecí muy cerca de él, así que sé lo suficiente para decirte que tienes mucho trabajo que hacer.- Se puso de pie.- Te deseo suerte, pero también ten cuidado y no te entrometas demasiado.

- ¿Por qué no? ¿Él tiene secretos oscuros? - Pregunté entre curiosa y divertida.- ¿No tienes un mejor consejo para protegerlo mejor?

- ¿Cómo ser la sombra de una sombra?- Henrik retrocedió.- Piensalo de esa manera.

Fruncí el ceño al verlo marcharse. ¿Ser la sombra de una sombra? ¿Tenía que ser tan críptico? Me puse de pie y tomé mi reporte antes de buscar el mismo lugar de siempre, llegué antes y me recargue contra el tronco de un árbol. Hoy todo estaba seco alrededor, tanto que las hojas caídas podrían alertarme de la presencia del príncipe cuando decidiera acercarse, así que decidí cerrar los ojos de pie, ya había entrenado mucho la habilidad de quedarme dormida así, por lo que no tardé en encontrar el sueño.

Mi sueño se vio interrumpido no mucho después al escuchar pasos, abrí los ojos incorporándome y sintiéndome exactamente igual que antes de dormitar, pero fruncí el ceño al percibir que los ruidos de las hojas al romperse eran más suaves, sin tanto peso. Desenfunde mi navaja y me puse en posición de defensa, alerta hasta que lo escuché lo suficientemente cerca antes de darme vuelta y atacar sobre la figura oscura que logré ver en primera instancia.

- ¡Espera, Angelique! - Escuché un jadeo de parte de Adele contraponiendo su brazo para detener el mio de cortar su cuello. Me alejé al registrar su voz y volví a guardar mi arma blanca.

- ¿Por qué te acercaste así? - Le pregunté. Debió de darme una señal si sabía que era yo para evitar precisamente esto.

- Lo siento.- Se disculpó.- Ultimamente tengo mucho en la cabeza pero te vi a través de la cámara y quise venir a verte.- Revisó su reloj.- ¿Esperas a alguien? Ya son más de las 12 de la noche.

Me paralice de inmediato, mi mente solo registrando una cosa en mi cabeza.

- ¿Cámara? ¿Hay cámaras en esta zona? - Giré mi cabeza buscando pero no pude ver nada.

La desesperación y el miedo me recorrió. No podía ser, si había cámaras, lo que había pasado esa noche... mis mejillas se calentaron y sostuve a Adele por los hombros.

- ¿Solo tú puedes verlo o...- Me atragante.- se transmiten en alguna sala?

- Son observados por un equipo de tres guardias.- Dijo confundida.- ¿Por qué? ¿Sucedió algo?

Misión: Proteger al príncipe, Contratiempos: Enamorarse. (I libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora