NEGOCIO REDONDO
Violencia, drogas y sexo.
El camino a la perdición.
CAPÍTULO 16
Sonriendo Julio la miró, diciéndole:
- Para ese dolor de tus hoyitos, te daré tu anestesia mi reina, te sentirás mejor. -Enseguida, alzó el brazo derecho, dándole con fuerza un tablazo en la nalga. Victoria gritó con todas sus fuerzas, pero, antes de que terminara el grito, Julio, le dio otro fuerte tablazo en la otra nalga, tronando en el cuarto el fuerte golpe.
¡Pack!Y el grito de dolor, enseguida se escuchó:
- ¡Ay! ¡No! ¡Ay! ¡Ya no! -Se privó del dolor, llorando sin poderse defender, ni moverse, solo apretaba fuerte los puños, apretaba con fuerza sus dientes, temblaba la pobre joven de pies a cabeza.
- ¡Déjala ya! ¡Maldito abusivo! ¡Déjala ya! -
Gritaron desesperadas las dos mujeres, agarrándose de los barrotes.
Julio fue hacia ellas, se detuvo frente a la reja, con cara de enojado, las miraba fijamente en silencio.-Déjenos ir por favor, no diremos nada de esto, se lo juro no diremos nada... -
- ¡Quítense la blusa! ¡Quítense la falda! ¡Las zapatillas! ¡Muévanse cabronas! -
- ¡Chinga tu madre! ¡No harás eso con nosotras, culero! ¡Chinga a tu puta madre! -
Gritó enojada Olga, sosteniéndole la mirada de una forma retadora, soportando su miedo, que le hacía temblar todo su cuerpo ante tal situación.
Julio, logró su objetivo, estaban las dos mujeres cagadas de miedo.
Ahora, con una sonrisa les preguntó:- ¿Las hermanitas maldicen? Pues... ¡Chinga tu puta madre! ¡Maldita religiosa de mierda! Eso me dijo la pinche Victoria hace dos días, que ella no haría nada, mira cómo se revuelca de pinche dolor la muy perra.
¡Mírenla! ¡Cómo se revuelca de dolor! Obedecerán o ¡De aquí ustedes dos, no saldrán con vida! Hoy culeras, van a coger par de pendejas, ¡Cogerán porque yo lo digo! ¿Me oyeron?...
¡Ya encuerense par de putas! -Después de gritar. Julio se quedó quieto mirándolas, pensando en cómo desvestirlas, entonces, les preguntó:
-Mmmm.... ¿Han visto, como está hirviendo el agua, cuando se pela un pinche puerco? -
Enseguida, se dirigió a agarrar una cubeta de metal, que contenía veinte litros de agua, es la que les pidió a los guardias para este propósito.
Victoria, entre lágrimas y dolor, al verlo tan decidido y saber lo que le haría. Gritó con fuerzas, llorando de miedo:
- ¡No!... ¡No! Por favor, se lo suplico, haré lo que me pida, ¡Todo lo que me pida! ¡No! ¡Por favor! ¡No! ¡No me queme! ¡Ay! ¡No me queme! -Era tan cruel esta tortura. Victoria lloraba espantada, sin poder detenerlo, veía como Julio caminaba hacia ella, cargaba la cubeta llena de agua, con un trapo para no quemarse, se reía de ver la desesperación de la joven, que lo veía acercarse más a ella con pánico, con miedo incontenible, él, más lo gozaba al mirar esa cara de desesperación.
-Ja jajá. ¡Ya encuérense par de putas! ¡Tiren la pinche ropa fuera de la jaula! ¡Ahora! ¡Apúrense! ¡Hijas de su puta madre! ¡Encuérense ya, se los ordené! ¡Encuérense! ¡Ahora! -
Gritaba Julio, acercándose más con la cubeta a Victoria.
Elizabeth y Olga, se miraron espantadas, se desvistieron deprisa dejándose solo su brasier y su panti, tiraron su ropa y sus zapatos a fuera de la reja, como Julio les ordenó.
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NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.
General FictionCarlos Camacho es un narcotraficante, y a pesar de la fortuna que ya tiene en sus manos, no puede conseguir el amor de su amiga la maestra Elsa Prado Nava, quien trabaja dando clases para una iglesia bautista, pero, ella es una lesbiana amante total...