¿QUIÉN SE QUEDA CON TODO?

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 44

-Tengo la punta de mi garrote, en tu pequeño fundillito mi reina, trágatela toda, y nos venimos juntos, cabroncita tendrás toda mi leche caliente, en tu fundillito. -

Diciendo esto, Iván, muy despacio se lo fue enterrando, abriéndose todo su fundillito al máximo, logrando entrar en el culito de la joven, toda la gruesa cabezota, soltando ahora Diana, un grito de dolor, con este grueso garrote se le abrió realmente su fundillito más de lo que daba, ahora, sí se sintió violada de su culito.

- ¡Ay! ¡No! Lo muevas... ¡Ay! ¡Me duele! ¡Sácalo! ¡Ay! ¡Me duele! ¡Ay! -

Pero, Iván, no se detuvo, hasta que le hundió seis pulgadas de su garrote, adentro del pequeño fundillito, le "ahorcaba" bien rico su vergota, ese agujerito, excitándose más, con los gritos de dolor de Diana, realmente sentía bien apretado el caliente fundillito.

- ¡Ay! ¡Ya sácala! Ya no quiero. ¡Ay! ¡Mi fundillito! ¡Ay! ¡Me duele! ¡Ay! -

Diana, desesperada por el dolor, soltó sus nalgas, rápido colocó sus dos manos sobre el colchón, trataba de zafarse de esa vergota, que ya la torturaba, su gozo de un momento a otro, se convirtió en un dolor agudo e insoportable.

Iván, se la meneaba de adelante para atrás, cada nuevo empujón se la hundía más y más, en el pequeño fundillito, agarrándola con las dos manos de su cinturita, hizo que se tragara diez pulgadas de su garrote.

La joven, movía su cuerpo queriéndose quitar, pero, Iván, la agarró muy fuerte de la cadera, no dejándola que se zafara.

Diana, ya no aguantaba el dolor de la violada que le daban, se quiso levantar, pero, Iván, en su excitación, sin piedad le soltó un fuerte puñetazo en la cabeza, seguido de otros golpes en la espalda, y en las costillas.

Mientras seguía, con un ritmo salvaje y enloquecedor, lográndole meter doce pulgadas de garrote en el fundillito, estorbándole las nalguitas, para que se la tragará toda la vergota hasta la raíz.

Con lujuria, le soltó unas fuertes nalgadas, empujándose Iván sobre la espalda de Diana, ahora, soltándole tres fuertes golpes con el puño en la cara, para callarle los gritos desesperados de la joven, quien estaba entre lágrimas de dolor, por la violada que le estaba dando Iván en su fundillito.

- ¡Ay! ¡No! ¡Auxilio! ¡Ay! ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Ay! -

Iván, de los fuertes golpes, que le daba, le sacó sangre de la cara rompiéndole la nariz, la boca, le tumbó varios dientes, en uno de los fuertes golpes, llenando de sangre la almohada y la colcha, excitándose más al ver la sangre salir de la cara de Diana, sintió Iván, hinchase su garrote, un delicioso calor entre sus piernas, le anunció su eyaculación.

Su deslechada se aproximaba, sintió toda la leche en la punta de su vergota, rápido, miró sobre la cama, buscando desesperado su filoso cuchillo, con su mano derecha lo agarró.

Enseguida, lo levantó en el aire, puso las piernas rígidas y potentes chorros de esperma, que inundaron el apretado fundillito de Diana, llegando al clímax.

Entre las metidas y sacadas, explotaba su caliente orgasmo adentro del fundillito, sintiendo mucho escalofrió y mucho placer en ese pequeño cuerpo. Al estarse viniendo, Iván temblando gritó:

- ¡Mi cuchillo será parte de tu cuerpo! ¡Ah! ¡Maldita puta! ¡Ah! ¡Pinche zorra! -
Mientras Diana gritaba, le hundía el cuchillo en la espalda, trece veces seguidas, salpicando de sangre toda la cama, el piso y la pared, hundiéndolo una y otra vez, hasta que se terminó su caliente orgasmo.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora