NEGOCIO REDONDO
Violencia, drogas y sexo.
El camino a la perdición.
CAPÍTULO 19
Su segunda opción es, que ahora, que sean muy obedientes, mámenle la panochita a mi amiga, déjense coger sus nalgas y sus bizcochitos como ella quiera.
Y les aseguro, que se irán al dormitorio a descansar bañaditas, calientitas, bien cogiditas, y nadie las hará sufrir más de la cuenta, en esta casa. ¿Entendido mis putas reinitas? -
Las dos jóvenes se miraron una a la otra, después, lo voltearon a ver, con desesperación con la cabeza a firmaron, que si estaban de acuerdo, en dejarse coger por la mujer.
- ¿Están seguras, de obedecer pendejas? -
Se miraron de nuevo una a la otra, abriendo unos ojotes, estando bien espantadas, volvieron a afirmar con la cabeza las dos jóvenes, que sí lo harían.-A ver, si son tan obedientes, pinches virgencitas, veamos, agáchense sobre la cama, mantengan sus piernas bien abiertas para mí, par de putitas, solo es una prueba de obediencia, les meteré los dedos en su pinche bizcochito, y ustedes no protestarán. -
Ellas, con mucho miedo, muy obedientes caminaron despacio, detuvieron sus pasos y se recostaron sobre la cama, tocando sus senos el colchón, quedándoles las nalgas en alto y las piernas abiertas, tal como Julio les pidió.
Dejándole ver el par de ricas papayitas, una de color café y la otra de color blanca con una diferencia de nalgas, una más grande que la otra, con más carne de dónde agarrar para cogérsela en su bizcochito.
Julio, se acercó manoseándolas, sobándoles las nalgas que eran duras y juveniles, les metió los dedos en cada rica papayita, sintiendo bien mojado el bizcochito de Olga.
- ¿Te measte puta de mierda?...
ja jajá... te measte del susto, pinche puta ja jajá... -
Expresó riendo Julio, hundiéndole su dedo pulgar en cada rico fundillito, sus dedos índices y medios, se los fue metiendo en cada panochita, dándole enseguida, un movimiento.Después, les metió los otros dos dedos más su anular y el meñique, cuatro dedos "comidos", de cada lado por las panochitas calientes, los fundillitos se los masturbaba con el dedo pulgar, moviendo sus dos manos muy lentamente.
Ellas, inclinadas en la cama, sentían los dedos dentro de sus partes íntimas, pero, solo se miraban entre ellas haciendo gestos sin moverse, gemían muy silenciosamente.
-Ya lo ven cabroncitas, si cooperan nadie las maltratará, solo saquen lo putitas que son y gócenlo, como yo lo hago con ustedes, par de pendejas, mi amiga viene a casa, y quiero de ustedes la misma obediencia con ella. ¿Entendido par de pendejas? -
Julio, sacó sus dedos de un tirón, sintiendo como las mujeres se echaron para adelante, con su mano derecha les metió con fuerza una nalgada a cada una, que tronó en el cuarto.
Ellas, quisieron gritar, pero, desesperadas solo movían la cabeza aprobando las palabras de él, que se portarían bien, mirando su sonrisa de burla.
- ¡Mmmm! ¡Mmmm! ¡Mmmm! -
-Esperen aquí mis perritas, si quieren mientras píquense un poco su culito entre ustedes, para que no se me aburran tanto, vayan abriendo sus hoyitos que son vírgenes, mis hermanitas de Dios, su cogedora ya viene en camino, les aseguro, que les encantará revolcarse con ella. -
Sonriendo Julio, se dirigió hacia la puerta de la habitación, salió cerrándola detrás de él, después de lo que les hizo a las mujeres, enseguida, puso sus manos en su nariz aspirando y riendo como un idiota.
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NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.
General FictionCarlos Camacho es un narcotraficante, y a pesar de la fortuna que ya tiene en sus manos, no puede conseguir el amor de su amiga la maestra Elsa Prado Nava, quien trabaja dando clases para una iglesia bautista, pero, ella es una lesbiana amante total...