NEGOCIO REDONDO
Violencia, drogas y sexo.
El camino a la perdición.
CAPÍTULO 20
— ¡Cállate pinche imbécil! ¿Quién crees que mueve ocho kilos de cocaína al mes? Y a veces hasta más, para que tú te la pases rascándote aquí los pinches huevos.
¿Con quién crees que gana más dinero Carlos? ¿Quién crees que le lava el puto dinero, con esta pinche costura y vende la puta ropa?
Yo, pendejo, yo le limpió su dinero, mis tiendas de ropa, mi trabajo me cuesta pinche pendejo ignorante... ——Pues entonces, tú, trabajas para mi perra, porque la mitad de este negocio es mío, y no quiero que me humilles en mi casa, pinche lesbiana barata, quizá... quizá....
Carlos se muera por lamerte tu pinche culo hediondo, pero, yo no te lameré el culo nunca, si no te parece bien mi casa de diversiones,
Entonces ¡Lárgate a otro pinche lado! A ver quién te guarda tus pinches secretos obscuros.
Que la buena y recta maestra religiosa bautista, es adicta a mamar panocha de cualquier putilla que le pare las nalgas. —— ¡Te voy a matar cabrón! Si gritas una vez más lo que dices que soy. ¡Hijo de puta! —
— ¿Me vas a matar perra? Eres maestra en una iglesia, tienes una carrera, pero, te da miedo que la gente sepa que esta blanca oveja, es una lame panochas, muy adicta al puto bizcochito y a la pinche cocaína.
¿Dónde putas, vas a encontrar viejas que hagan lo que tú quieras? Sin que te echen de cabeza tu puta vida asquerosa. —
— ¡Pues me largo de aquí! Le mamaré el bizcocho a una mujer de afuera, pendejo. —
—Sí. ¿Y qué? ¿Las vas a matar, para que no hablen? Para que no le digan a la gente que te conoce, lo pinche depravada que eres, o les pagarás miles de dólares todos los días a tus
putas, por callar tus putos secretos que son tan obscuros...¡Maldita lesbiana! ¡Pinche maestra bautista de mierda! ¡Eres un puto fraude! —
— ¡Ya cállate! ¡Ya cállate maldito! ¿Porque me chantajeas? ¿Porque me tratas así? ¡Ya cállate! Soy una pinche lesbiana. ¿Y qué? ¡Soy lesbiana! ¡Soy una lesbiana! —
Le gritaba a Julio, llorando con mucho odio, hacia él y hacia sí misma, por tener esos vicios, por un momento se quedaron en silencio.
Julio miró a Elsa, que por un instante le vio rodar sus lágrimas en sus mejillas, entonces, la abrazó muy tiernamente entre sus brazos, con su mano, estaba limpiándole sus
lágrimas, sintiéndose miserable por ver la llorar, conocerse de tanto tiempo y explotar por nada.Ella, que era capaz de dar la vida por él o por Carlos, ahora, con una voz dócil Julio le expresó:
—Mira Elsa, lo siento, lo siento mucho de verdad, perdóname… perdóname, yo... yo… también merezco respeto
cuando hables conmigo, es como si hablarás con Carlos.Tú me respetas, yo te respeto, porque si los engranes no trabajan igual, todo el trabajo se nos viene abajo, tú tienes un alto nivel en la sociedad y yo tengo otro nivel y... —
—Creo que tienes mucha razón Julio, también perdóname, siempre tú has cuidado muy bien de mis niñas por mí, siempre... perdóname... no te quise ofender. —
—Te di confianza de conocer a mis esclavas, te has cogido con todas, y tienes ahora tus favoritas, tú misma a veces hasta las has castigado, creí en ti, y ahora, me dices pinche gato, solo porque confié en ti, eso es una mierda que no la merezco de tu parte Elsa. —
—Está bien Julio, está bien, como una familia vamos a funcionar, yo te doy tu lugar y tú me das el mío; pero, recuerda, que yo pago por la diversión que me dan, y…
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NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.
Ficción GeneralCarlos Camacho es un narcotraficante, y a pesar de la fortuna que ya tiene en sus manos, no puede conseguir el amor de su amiga la maestra Elsa Prado Nava, quien trabaja dando clases para una iglesia bautista, pero, ella es una lesbiana amante total...