EL PRINCIPIO DEL FIN.

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 41

Después de decir estas palabras de Verónica, enseguida, el guardia sintió esa caliente lengua, acariciarle todo el garrote, cerró los ojos, disfrutando la rica mamada a plenitud, de esa boquita caliente, que le chupaba con gula la gruesa cabeza, haciendo retorcer de placer a Heriberto.

Olga estando hincada, le puso su bizcochito bien abierto en la cara de Roberto, dándoselo a mamar.

Roberto, estaba acostando sobre la alfombra, con ambas manos le agarraba las nalgas a Olga.

Quien aún, tenía puesto su vestido, le dedeaba todo el fundillito, le ensalivaba el bizcochito, metiéndole la lengua en medio de su caliente papayita.

Carmen, se arrodilló adelante de Roberto, quien sintió caliente en la punta de su vergota, ya Carmen se la mamaba con mucha gula.

Mientras la mano derecha de ella, viajaba en su garrote de arriba para abajo, masturbándolo lentamente, brindándole gran placer, dejando él mismo de lamer el bizcochito de Olga que le cubría la cara.

Mientras que Carmen, chupaba la dura vergota, su mirada buscaba el arma de Roberto, hasta que vió el pantalón de Roberto tirado en el piso, en el cinturón tenía la funda, y la pistola metida en esta, seguida de los tres cargadores repletos de balas.

Carmen, ahora que ya la ubicó, siguió mamando la vergota masturbándola con sus dos manos.

Despacio comenzó a girarse para el otro lado, en donde estaba tirada la ropa de Roberto, de manera muy sensual le preguntó:

- ¿Es mejor dos panochitas que una? ¿No Roberto? ¿No te excita más mi rey, mamar y ser mamado? ¿Te la estoy mamando rico? ¿Te gusta la panochita? -

Después de preguntar. Carmen sin quitar la vista del arma, se lo continúo mamando y masturbando con sus dos manos.

- ¡Oh! ¡Qué rico lo haces, Carmen! No, no pares que esta papayita sabe también muy deliciosa, se está mojando mucho la pinche cincuenta y tres (Olga) en mi boca. -

Señaló Roberto excitado y emocionado, mientras le hundía la lengua en medio de la papayita a Olga, cerraba Roberto los ojos, disfrutando mamar y ser mamado al mismo tiempo, sus dos manos, no se separaban de la rica panochita de Olga, la manoseaba sin detenerse.

Olga se retorcía de gusto, fingiendo todas las mamadas recibidas de esa lengua, que le bailaba en su mojado bizcochito, exagerando sus gritos de placer:

- ¡Ah! ¡Sigue así papi! ¡Ah! ¡Sigue! ¡Ah! -
- ¿Así te gusta, que te mamen la papayita mi reina? ¿Así? ¿Te la chupo rico? -

Preguntaba Roberto, quien le hundía más la lengua en el bizcochito, se lo lamía todo completito, los tres Betos estaban perdidos, disfrutando, que sus cuatro putitas les mamarán todo su garrote.

Los guardias, en medio de la cogida, nunca se dieron cuenta, cuando Carmen, con tantos nervios muy despacio y con cuidado agarró la pistola, con su dedo le bajó el seguro al arma.

Mientras la panochita de Olga, tapaba la vista de Roberto. Carmen sin pensarlo dos veces, apuntó el arma, y enseguida, le descargó dos tiros en el estómago a Roberto, casi tocando las nalgas de Olga.

¡Bang! ¡Bang!

Abriendo los ojos Roberto, al sentir los impactos alojarse en su cuerpo doliéndole mucho, tenían la puerta de su cuarto cerrada y la puerta del taller también estaba cerrada, con la música a alto volumen, sonando en la parte de arriba, nadie escuchó los dos disparos.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora