LA PREPARACIÓN PARA LA FIESTA.

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 38

-Carlitos, estamos listos para sacar la basura. -
Comentó Pancho, quien tenía en las manos una bolsa de plástico, para envolver el cuerpo de Edgar, algunos trapos y un trapeador con una cubeta de plástico con agua.

-Me alegra, que siempre estén listos, limpien el desmadre, y pongan el puto cuerpo en la cancha con los demás,
y.... se me olvidaba, junten todo el dinero del piso, lo dejan en mi oficina, lo recogerá Teresa cuando se marche.

Pancho, llevan también los siete kilos de droga, para guardarlos en mi oficina. -

-Está bien Carlitos, dalo por hecho, te busco si necesito algo. -

Indicó Pancho, mientras Teresa y Carlos, caminaban juntos por el pasillo, subieron hasta la recámara, dejó a Teresa en la habitación, para que se bañara.

Él, mismo, fue a buscar la ropa para que se cambiará Teresa, en el taller siempre había mucha ropa de donde escoger, tenían hermosos vestidos de diferentes colores y varias tallas, minutos después, regresaba Carlos a
la recámara, con un bonito vestido entre sus manos.

Abrió Carlos la puerta de la recámara, Teresa, salía del baño con una toalla enredada en su hermoso y blanco cuerpo, ella le sonrió al verlo entrar, Carlos, con una sonrisa, con sus dos
manos extendía el vestido
mostrándoselo.

- ¡Mira! Aquí esta esté vestido, espero que te quede bien, Teresa. -

-Gracias Carlos, te lo agradezco, se ve muy bonito, el rojo es mi color favorito, soy nacida bajo el signo de Aries, aunque el color negro también me encanta. -

- ¿Deberás Teresa? Yo también soy del signo Aries, por eso soy muy cabrón, y casi siempre me visto de negro, pero, el rojo me encanta, por eso, te traje el lindo vestido de este
color, me gustan las mujeres de rojo, y de pelo largo, tu cabello es muy largo, píntalo de pelirrojo, se te vería muy bien, ya que eres de piel blanca. -

-Mira Carlos, ahora, mi cabello castaño, hace juego con mis nalgas de colores. -

Señaló Teresa. Quien se quitó la toalla, que le cubría su cuerpo desnudo, le dio la espalda a Carlos, para que mirará, su cabello ya le llegaba hasta la cintura, sus dos hermosas y violadas nalgas, estaban ya de colores, azules, moradas, verdes de los tablazos, que Carlos le dio en el cuarto de castigos.

- ¿Crees que ahora, se vean bonitas mis nalgas, Carlos? Mirá como me dejaste mis pobres nalgas, aún me duelen mucho. -

-Sabes, eres muy blanca y tu piel exagera mucho Teresa, solo fueron unas cuantas caricias con la tablita. ¿No te gustaron? ¿No te excitaron mis caricias, después de los tablazos?
¿No acaso te sobé con mis manos? -

-Creo que el dolor de mis nalgas, hizo que no me doliera tanto mi culito, que era virgen, cuando me cogiste, porque ahorita, también me punza, y lo peor de todo, es que no puedo decirte nada, ni desquitarme, por lo que me hiciste, con esa tabla. ¿Verdad? -

-Te ves muy hermosa Teresa. ¿Quieres otra cogida? -

Preguntó Carlos, abrazándola despacio por la espalda, con su mano derecha le tocaba con cuidado sus moreteadas nalgas, le recargó su cara al hombro de Teresa, con su otra mano le acarició los grandes senos.

Carlos, susurrándole al oído, le expresó:
-Dime lo que quieras, si eso te hace feliz, desahógate, no te castigaré más, dime lo que sientes, para que descanse tu alma. -

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora