EL DOCTOR IVÁN LLEGA A LA CASA.

141 4 0
                                    

NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 13

Martha, estaba regresando a la realidad, esa cogida fue deliciosa para ella. Le expresó:
-Coges, maravilloso mi amor. -
- ¿Te gustó mi garrote en tu fundillito? -
-Fue tan intenso mi orgasmo, eres divino. -
Martha se enderezó, se dio la media vuelta le dio un beso en la boca metiéndole su lengua entre los dientes, repegandole sus dos grandes senos, que estaban bien calientes al igual que su cara, enseguida, le expresó:
-Me rebotaron bien rico, tus huevos en mi panochita, me derramé de maravilla. -

Eduardo, despacio se inclinó colocando su boca en uno de los pezones, lamiéndolo con mucha delicadeza, para después chupar el otro pezón que estaba duro y delicioso.

-Bueno mi amor ya me tengo que ir. -
Señaló Martha, acariciándole el cabello mirando a Eduardo, no despegarse de sus senos, hasta que Eduardo se separó un poco del pezón, la miró a la cara, preguntándole:

- ¿Te volveré a ver preciosa? -

-Búscame, don Carlos me llamará si me buscas, solo dile, que quieres cogerte a la número uno. -

- ¿Cogerme a la número uno? Bueno, me encantó tu cuerpo. -

-Pues pídeme y me traerán contigo para volver a coger, no lo olvides, soy el número uno. -

Después de decir estas palabras. Martha, se agachó a recoger con sus manos su ropa, enseguida, caminaba con rumbo a la puerta de la oficina, salió toda desnuda dando pasos muy sexis, moviendo todas sus deliciosas nalgas.

Eduardo, la miró sin creerlo, solo escuchó que ella expresó:
-Pancho, llévame al dormitorio...
por favor, ya terminamos. -

Pancho, agarró del brazo a Martha, caminando junto a ella, le preguntó: - ¿Te portaste bien pinche cabrona? -
-Claro Panchito, soy niña buena y obediente, a mí no me gusta que me castiguen. -

Respondió ella, mientras caminaba junto a él, moviendo todas sus deliciosas nalgas.
Eduardo, los vio desaparecer en el
pasillo, no olvidaría nunca este delicioso trato con su nuevo socio y viejo amigo Carlos.

Después, de que ella salió de la oficina, Eduardo se puso su ropa, ya ignorando a los dos hombres muertos, quienes no le preocuparon más, en verdad, esas deliciosas nalgas lo relajaron, ahora, fue a buscar a Carlos para celebrar su nueva unión en este negocio.

Mientras Julio y Roberto, entraban a la oficina con las bolsas de plástico y material de limpieza, sacarían los dos cuerpos para irlos a enterrar en las canchas).

Mariana, estaba todavía en el suelo cuando despertó toda confusa, se sintió amarrada y casi desnuda tratando de recordar que había pasado, miraba a Carlos, Eduardo, Julio, los tres guardias, a las mujeres, sentía un dolor de cabeza muy intenso, estaba totalmente desorientada, sin saber bien en donde se encontraba o que había pasado.

La miró Julio moverse, sonrió con malicia, sin decirle nada, le dio una fuerte patada en el estómago. Entonces con fuerza le gritó:

- ¡Maldita hija de puta! ¿Qué buscabas aquí? Me aventaste al piso, y me apuntaste con tu pinche pistola pendeja. -

Julio se agachó, de inmediato con sus dos manos agarró con coraje a Mariana de los cabellos, la giró de una forma salvaje a donde estaba Victoria, entonces, le preguntó:
- ¿Esta es la puta, que ibas a liberar? ¿Es esta la puta? ¡Pinche Perra! -

Con su puño, le golpeó con fuerza su hombro, se dirigió caminando hacia Victoria.

Los tres Betos, ya tenían ahora las retrocargas en la mano, con las pistolas fajadas en la cintura, el pedo se iba a poner tenso para todos.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora