EL REGALO DE ELSA.

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 32

Su gruesa vergota, desaparecía enterrándose en ese fundillito caliente y goloso, que no le bastaban las venidas que ya había tenido.

Rogelio, tenía su vergota sensible al tacto, y Marcela, desesperada se la devoraba a cada nuevo sentón, después de unos minutos, de joder ese caliente fundillito, y estarle mirando ese pequeño bizcochito. Rogelio, ya no pudo contenerse más, sintió otra venida.

Sus dos piernas se pusieron rígidas, al sentir como Marcela apretaba el fundillito, cuando bajaba y daba círculos alrededor de los huevos, su eyaculación de nuevo estaba en la punta del garrote.

Ahora, el anunciado orgasmo se hizo presente, explotando nuevamente dentro del fundillito de Marcela, que no paraba de moverse ni un momento, masturbándolo de una
manera maravillosa.

Mientras escupía, miraba el hermoso cuerpo gritando:
- ¡Oh! ¡Oh! Mi niña... ¡No!... ¡No pares! ¡Me vengó! ¡En ti! ¡Ah! -

Al sentir la leche caliente, Marcela se levantó dejando solo la punta de la vergota hundida en su fundillito, dándole de pequeñas subidas y bajadas a la punta, excitando más la interminable deslechada de Rogelio.

Marcela, que era una golosa solo buscaba su propia venida, sintió nuevamente muy caliente, como se le llenaban el fundillito de más leche, con sus dos manos, se comenzó a masturbar todo su bizcochito.

Apretando el fundillito, ordeñando la gruesa punta, forzando su venida, estando ella bien enculada, un delicioso escalofrío, le anunció su culminación, la muy puta ahora se comenzó a venir, sin dejar de mover sus nalgas, hundiéndose de un sentón todo el garrote en su fundillito.

Empujándose su tripita, con la gruesa vergota hasta dentro, mientras continuaba llenándola de semen caliente. Marcela gritaba:
- ¡Ay! ¡Me! ¡Estoy! ¡Ah! ¡Ay! Mi.... culito... ¡Ah! ¡Ah! -

Todo el garrote estaba adentro de su fundillito. Marcela gritaba por más, su calentura ya era extrema, nuevamente la putita caminaba descalza entre las nubes, sintiendo deliciosos escalofríos recorrer todo su cuerpo.

Hasta que se derrumbó, sobre el pecho de Rogelio, al recargarse en él, media vergota le quedó de fuera, y la otra mitad estaba apresada adentro del fundillito que no la soltaba, sintiendo delicioso, brincando de una forma involuntaria el cuerpo de Marcela por su rico orgasmo, quedándose los dos quietos y en silencio sobre la cama por un rato.

-Mi fundillito, papi, me lo deshiciste. ¡Ah! Me... me duele un poco. -

Marcela, se echó para adelante, dejando totalmente libre la vergota toda embarrada de leche, al zafarse, su rico fundillito le resbalaba más semen, que salía de la venida de Rogelio.

Quien se levantó de la cama, muy contento de su cogida, admiró el pequeño y hermoso cuerpo de esa "niña", que lo hizo venirse de forma tan deliciosa, le expresó:

-Eres un amor mí pequeñita, te visitaré más seguido mi "niñita", me gustó como me cogiste. -

Marcela, mirándolo detenidamente a la cara, estaba acariciándose con su mano derecha su bizcochito, manoseándose su clítoris, con su vocecita de niña le contestó:

-Yo no había probado, una verga tan rica como la tuya papi, me encantó. -

Rogelio, se agachó dándole un beso en los labios, acariciándole una vez más, sus batidas nalguitas, metiéndole dos dedos en el embarrado fundillito.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora