EN LA HABITACIÓN CON IVÁN.

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 17

Diez minutos después, se abrió muy lentamente la puerta de la recámara, entró un hombre, de uno ochenta de estatura, era corpulento con unos ciento diez kilos, de piel blanca, con una sonrisa cínica, burlona, como de cuarenta y cinco años.

Entró con una maleta grande en la mano derecha y una cerveza Guante al Hígado. M.R. en la mano izquierda.

Despacio bajó la maleta al piso cerrando la puerta de la habitación, miró a Mariana tirada en el piso, toda golpeada de la cara, con las manos en su espalda esposadas.

Ahora, vio a las otras tres mujeres, una muy golpeada de todo su cuerpo, y mojada de su cabello y su camisa, a las otras dos mujeres estaban casi desnudas, con una cara de espantadas, sonrió Iván mirando nuevamente a Mariana, diciéndole:

-Aparte de puta, que eres policía. ¿No es así pendeja? -

Iván, bebió tranquilo un trago de su cerveza, miró hacia la pared, viendo de nuevo, a las tres jóvenes mujeres con cara de asustadas. Les expresó:

- ¡Chingado! Aquí si me quieren, aquí mi dinero si vale, me habían dicho que solo eran dos las putas, que serían extra, pero, tengo una putita más para mi diversión.

Saben, la pasaremos muy bien mis pendejitas, se los aseguro, nunca lo van a olvidar en sus putas vidas cabronas, les enseñaré, como se coge en esta casa, juntos nos bañaremos en pura sangre.
¡Malditas viejas! ¡Se van a cagar de miedo! ¡Ya lo verán! Ja jajá. -

Se terminó la cerveza Guante al Hígado. M.R. enseguida, abrió su maleta, sacó un cuchillo grande de acero, y enseguida, sacó otros dos cuchillos chicos, se acercó a Mariana.

Quien ya había tenido mucho dolor por los golpes que le dio Eduardo,
ahora, ya presentía lo peor.

Mariana, seguía a Iván con la mirada, sin perder ni un detalle de sus movimientos.

Iván, empuñaba el cuchillo grande, para darle más miedo, se lo puso enfrente de la cara de Mariana, diciéndole:

- "Mi cuchillo será parte de tu cuerpo", hiciste muy mal en venir aquí bizcochito, si, la cagaste y bien cagada cabrona, pero, te voy a decir un secreto...
nadie sabe que estás aquí, y de aquí no sales viva, pinche putita barata. -

Iván, se agachó y enseguida, con sus manos agarró a Mariana del bizcochito y del cabello, la levantó del piso con mucha facilidad, para aventarla con violencia sobre la cama, subiéndose también Iván en la cama.

- ¡Déjame, maldito hijo de puta! -

Gritó Mariana. Iván se sentó en el estómago de ella, sonrió y enseguida, le soltó un fuerte puñetazo en la cara callando sus protestas, le gritó:

- ¡Cállate perra! Me vas a hacer enojar, soy tu dueño, y tú vas a gozar de mucho sexo. -

Agarró un cuchillo chico, le cortó el brasier admiró por un momento los senos, enseguida, con sus manos le empezó acariciar los blancos y grandes senos, se recorrió hacia atrás para tenerlos al alcance de su boca, se los comenzó a mamar y lamer, apretándolos con sus dos manos, cada seno.

Los lamía y saboreaba, sacó la lengua, le daba vueltas al rededor del pezón. Empezó a levantar la cara Mariana queriendo mirarlo, cuando recibió otro puñetazo en la cara dejándola totalmente desorientada por el golpe.

Se recorrió más abajo Iván, lamiéndole el ombligo, se siguió una línea con la lengua hasta llegar a la tanguita, que sin despegar la lengua, con sus manos se la fue bajando muy despacito, dejándole ver sus vellitos de su panochita.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora