JUNTAS CON CARLOS.

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NEGOCIO REDONDO

Violencia, drogas y sexo.

El camino a la perdición.

CAPÍTULO 34

Victoria, de inmediato obedeciendo, abrió la boca sacando la lengua lamiéndole todo su tronco.

Carlos separó las piernas mirando hacia abajo. Elsa chupó la punta de su garrote, mientras Victoria, lamía con su lengua un lado del tronco de arriba a abajo, una de un lado y la otra del otro lado chupándolo y ensalivándolo por completo.

Elsa, paró de lamer y se metió un huevo de Carlos en la boca, chupándolo con sus labios mientras que Victoria se metía en la boca solo ocho pulgadas de vergota, mamándola una y otra vez sin detenerse ni un moment.

Acariciando con su lengua se lo lamian a los lados las dos mujeres, al llegar a la punta se fundían en un grande y caliente beso lesbiano tocándose la punta de la lengua.

Cuando Victoria, se metió los dos huevos de Carlos a la boca, estaba succionándole el escroto, ahora, Elsa, se tragaba nueve pulgadas del grueso garrote desde la punta hasta donde podía metérsela en su garganta.

Carlos, ya se sentía en las nubes, con esas mamadas de garrote que las dos mujeres le daban con sus boquitas, no cabía duda Elsa era una gran maestra sexual, Victoria como alumna ya estaba aprendiendo a mamar muy bien el garrote y el bizcochito.

Una vez más, con cariño Elsa, le besó a Victoria en los labios, después le indicó:

-Es hora de tu chiquiteada, cabroncita te vas a hincar y abrirte de nalgas, para que se te meta mejor el garrote en tu fundillito, ahora, disfrútalo cabrona. -

Victoria, sin protestar, se subió hincándose sobre la cama, enseguida colocó su cabeza sobre del colchón, con sus dos manos, se abrió sus dos deliciosas y blancas nalgas, que estaban de colores verdes, azules, moradas.

Pero, le enseñaba a Carlos, su pequeño fundillito, dispuesto a comer la vergota que él tenía.
Elsa, con sus manos le acarició las nalgas de Victoria, acercó sus labios escupiendo el culito, diciéndole:

-Para que no te duela tu fundillito amorcito, y así te resbale mejor la vergota, ahora. ¡Cógetela, Carlos! ¡Cógetela! -

Carlos, puso la gruesa punta de su garrote, no sin antes recibir otra rica mamadota de Elsa, que también le escupió el garrote.

Carlos, se la colocó en la entrada del fundillito, este se miraba bien apretadito, no como el de Elsa o Marcela, que por su adicción a los gruesos consoladores, ya estaban bien abiertas del fundillito.

Con ambas manos, agarró Carlos de la cinturita a Victoria, muy despacio empujó dando paso al grueso garrote adentro del apretado fundillito.

- ¡Ah! La siento. ¡Ay! Mi ¡Ah! ¡Esta! ¡Mi culito! ¡Ah! ¡Mi culito! ¡Ah! -

Gritó Victoria, cuando toda la gruesa cabeza le penetró el fundillito, abriéndolo y tragándoselo de un solo empujón, comenzó Carlos a menear la punta, de adelante atrás para que se le aflojara un poco la entrada del fundillito y no lastimarla.

Después, fue metiéndole poco a poco cada pulgada, realmente si estaba bien apretado el rico fundillito.

Dándoselo un poco más adentro, cada empujón de garrote, que Carlos hacía, Victoria, sentía delicioso, como su pequeño fundillito se lo iba tragando, sin detenerse, estaba metiéndole diez gruesas pulgadas adentro de su apretado fundillito.

Victoria, se soltó sus nalgas, comenzó a manosearse la panochita queriendo encontrar otro caliente orgasmo, esta cogida la sentía diferente a las demás, ahora, Victoria quería gozar al máximo, porque su cuerpo caliente, ya deseaba otro delicioso orgasmo, ella lo conseguiría, ahora estaba bien ensartada por un garrote entre sus deliciosas nalgas.

NEGOCIO REDONDO VIOLENCIA, DROGAS Y SEXO EL CAMINO A LA PERDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora