Inefable Delirio

Capítulo 10: Sentimientos en juego

Heather intentó conservar la calma al ver a Josephine desvanecerse frente a sus ojos, si bien estaba molesta con ella por acciones del pasado, era una persona como cualquier otra que necesitaba atención de inmediato. Jeremy se había sentido tan inseguro con el interés de Natasha por su novia que al salir para alcanzarla se encontró con la mujer en el suelo frente a ella. Se odio a sí mismo en ese instante, sabía con precisión lo que le había sucedido, Josephine se había impresionado y aterrado tanto con la similitud de la rusa con su mejor amiga que simplemente su cuerpo no lo pudo manejar. Al cabo de varios minutos, los Montpelier se hallaban colocando algodones sumergidos en alcohol frente a la nariz de la castaña quien poco a poco comenzó a recuperar el conocimiento. Jo logró abrir sus ojos y se vio a sí misma recostada en un diván, estaba en el despacho de su novio, reconocía con demasiada familiaridad ese sofá. Jeremy al igual que sus hermanos sintieron mucha tranquilidad al verla despierta y consciente, encontrarte a un familiar tendido en el suelo no es cualquier cosa. El rubio sonrió de oreja a oreja al verla fijamente a los ojos, por lo que le plantó un corto beso en los labios. Josephine le regresó la misma sonrisa lela, pero al intentar reclinarse gimió dolorida.

Jeremy negó divertido ante la situación.

— Oye, tranquila. Te golpeaste muy fuerte la cabeza al caerte, mi amor. —dijo suavemente. La castaña relamió sus labios y negó con pesar al traer varias imágenes a su mente—. ¿Recuerdas lo que...

— Esa mujer... Esa mujer es igual...

— Lo sabemos nena, por favor tranquilízate. Necesitas ir a casa a descansar.

Josephine se puso de pie rápidamente, estaba indignada.

— ¿Por qué no me lo habías dicho, Jeremy? Sabías que tarde o temprano vendría por aquí, ¿acaso pensaste que podrías ocultármelo por la eternidad? —cuestionó elevando el tono de su voz.

— Josephine, yo...

— ¿Y ustedes dos? —interrumpió ella dirigiéndose a los dos hermanos Montpelier—. ¿Por qué no me lo dijeron? Podrían haberme advertido, podrían haber actuado mejor y no como su hermano.

— Lo siento linda, pero no me correspondía a mi comunicarte de Natasha. —objetó apenada la rubia.

— Jeremy creyó protegerte al no decírtelo, ni siquiera nosotros lo podemos manejar aún, bueno, yo. Es todo tan reciente que simplemente es complejo reajustarnos a ella, pues sabemos que es idéntica a Heather... Ahora, Jeremy resuelve esto como debiste haberlo hecho desde el momento en el que te lo advertí. —concluyó Ethan con total seriedad. Sus hermanos se habían mantenido cabizbajos, mientras que su cuñada lo miraba con el ceño fruncido.

— Te abrazaría si me cayeras bien, pero gracias. —replicó honesta. Ethan sonrió de lado y tomando suavemente el brazo de su hermana los dejaron a solas—. ¿Y bien? ¿Qué puedes decir en tu defensa, Jeremy? ¿Cuándo pensabas mencionarme que Natasha Stepanova, "la nueva dueña de Ripoll's Inc", es la gemela perdida de mi amiga muerta?

— Lamento tanto haberte ocultado algo así, no fue porque quisiera, créeme... —respondió el rubio tristón—. Solo no sabía cómo decírtelo ni tampoco como lo tomarías, para todos fue sorprendente el parecido entre Heather y esta rusa, pero fue difícil hacernos la idea de que eran dos personas diferentes. Yo... Yo no supe cómo hacer para evitarte más dolor, Josephine.

La mujer negaba con la cabeza.

— Soy tu novia, Jer. Soy la persona con quien compartes la misma cama, compartes tus problemas y buenos momentos, ¿cómo no pudiste contarme acerca de esto? 

— Fui un completo estúpido, perdóname.

— Esto lo terminaremos de discutir en casa. Ahora, lo que quiero saber es si esa mujer fue quien me contactó.