Amanda permanecía íntegramente desconcertada con el relato que la rubia que estaba frente a ella y que poseía el rostro de su prima le estaba narrando detalladamente, prima que en realidad estaba con vida y que se mantenía como si todo estuviera de lo más normal al explicarle que no estaba muerta y que había regresado meramente por revancha. Se había despertado rodeada de voces vacilantes y ansiosas aguardando a que abriera sus ojos. Su madre y las demás esperaban un golpe, un grito, una queja o lo que fuera por su parte, pues eran reacciones normales que podía adoptar en un momento tan tenso y difícil como ese. Sin embargo, cuando Heather comenzó a pedirle perdón prácticamente de rodillas por haberla arrastrado a un mar de mentiras y por haber causado estragos entre ella y su madre, lo único que había atinado a hacer fue abrazarla con fuerza y llorar desconsoladamente como ella. Barbara sintió un poco de alivio en su pecho al ver que finalmente la verdad se había dicho, aunque no lo habría preferido de esa forma, pero ya nada se podía hacer. Heather estuvo más de dos horas detallándole la historia de cómo sobrevivió a su prima, y no podía evitar sentirse mortificada por el doloroso y crudo pasado al que volvía a someterse de tan solo recordarlo.
Amanda restregó las manos por su rostro y pidió tregua.
— A ver si entiendo... Dios mío, esto es demasiado. ¿Regresaste, en teoría, para vengarte de todos nosotros? —preguntó con la cabeza hecha un lío. Heather apretó sus labios al tener que responderle tal cosa y asintió vagamente.
— Sí, técnicamente esa era mi finalidad.
— Ya veo. ¿Qué te llevó a arrepentirte? Hay tanto que quiero entender.
— No me arrepentí, algunas cosas siguen en pie. Desistí con ustedes, pero no con otros.
— Entiendo. ¿Quién te descubrió primero?
La rubia sonrió de medio lado y comentó sutilmente.
— Tía Barbara fue la primera en descubrir quién era realmente cuando llegué, fue exhaustivo tener que moverme todo el tiempo como Natasha mientras que ella suponía cosas delante de mí... Pero terminó intuyéndolo y no tuve más remedio que admitirlo.
— ¿Ah, sí? ¿Entonces estás diciéndome que ella lo sabe desde hace tiempo? —observó intransigente a su madre, quien solamente podía agachar la cabeza un tanto apenada.
— No te molestes con ella, Amanda. —anticipó Heather tomándola de las manos—. Yo la arrastré a esto y le imploré por lo que más quería no decir absolutamente nada de esto.
— Ahora, explícame sobre Jo. —rotó inmediatamente el tema de su madre. La castaña observaba la escena con timidez.
Heather volteó hacia su amiga y no pudo evitar sonreír genuina.
— Lo de Jo se dio de la manera más torpe que te puedas imaginar. Sucedió durante el desfile, en el estacionamiento chocamos y de mi bolso cayeron todas mis pertenencias, allí encontró un par de polaroids mías. —Amanda, que escuchaba imperturbablemente el relato de su prima, se quedó con el ojo cuadrado al analizar aquel momento.
— Espera un segundo... ¿Sucedió ese mismo día en el que te dije todas esas cosas? —inquirió abrazándose a sí misma con ansiedad. Su prima guardó una risa y se limitó a confirmarle la verdad.
— Así es, fue al poco tiempo después de hecho. Tú también pudiste haberme descubierto esa noche, pero las cosas se dieron de manera diferente.
— Oh, no puede ser... Lamento todo lo que te dije, si tan solo...
— No tienes por qué disculparte, me sorprendiste esa noche al recordarme con tanta admiración y cariño. —replicó Heather con los ojos llorosos, por lo que Amanda sonrió dulcemente.
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Inefable Delirio
RomanceLuego de fingir su muerte, Heather comienza a maquinar en su mente las nuevas piezas de su juego. Vengarse de quienes la hirieron y hacer justicia por las infamias y torturas a las que fue sometida. Para ello deberá regresar usando una nueva identid...