Capítulo 3

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El cielo nublado era una bendición en ese momento del día, sin un poco de luz solar el entrenamiento sería mucho más cómodo. Había frescura en el aire y se podía oler la tierra mojada. 

Laena pensó que el día era muy bonito, digno de admirarse, pero cierto príncipe no lo estaba disfrutando tanto como ella, por estar concentrado en otras cosas. 

—Deja de verle el trasero Aegon. 

Aegon puso los ojos en blanco, apartando su vista de la doncella de su madre, para mirar a su sobrina. 

—¿Por qué? —preguntó —me gusta su trasero. 

Laena, lo miró sorprendida. No pudo evitar querer darle un buen golpe en la cabeza.

La doncella de la reina había estado sintiendo las miradas lascivas del príncipe, había estado realizando sus actividades cabizbaja y cuando terminó se apresuró a desaparecer por uno de los pasillos. 

—Es incómodo para ella. —dijo Lanea tratando de no molestarse con Aegon—No lo hagas. 

—Pero no para mí— dijo él sonriendo. 

—Sí me vieran de esa forma, yo me sentiría de la misma manera. 

—Eres una niña, no tienes nada para mirar. —Laena no se ofendió ante esas palabras.

—No siempre seré una niña Aegon—el príncipe la miró fijamente, ya no sonreía —y realmente creo que deberías controlar tus impulsos varoniles. Las asustas. 

Aegon de pronto se sintió molesto. No dudaba de que Laena crecería y sería hermosa, de hecho estaba ansioso por ver el cisne en el que se convertiría, de solo imaginar que alguien la miraba con lujuria, dioses sería divertido para él ver como ella los pondría en su lugar porque sin duda lo haría, pero si alguien dijera tan solo algo estaba seguro que podría cortar sus lenguas.  

Pero imaginar su prima casi adolescente como una mujer no era algo que quisiera hacer, así que dijo lo que pensaba, bueno solo una parte. 

Aegon frunció el ceño y la miraba como si todo aquello le pareciera una estupidez o no comprendiera lo que le estaba diciendo. 

—Tiene un buen trasero. —admitió él desvergonzadamente— ¿por qué sería incómodo que alguien admire eso? 

—Dioses—Laena suspiro—, ¿a ti te gustaría que alguien te viera como si fueras un trozo de carne? 

—Muchas mujeres lo hacen ¿sabes? Y me gusta. 

—¿Y a cuál de ellas no le pagas para que lo haga? Si es su trabajo ¿de qué otra forma te mirarían?—preguntó Laena alzando su ceja izquierda. 

Notó rápidamente que Aegon se había molestado por su comentario, cuando apretó las manos sobre el borde de la mesa y no miró más que al piso. 

—No creo que tenga nada de malo admirar las partes buenas de una mujer, Laenaerys. 

—No creo que tenga nada de malo admirar, pero tú lo haces de una forma tonta, no es simpático. —Laena no pudo evitar golpearlo en el hombro eso hizo que Aegon se riera—A veces eres imposible. 

—Lo siento princesa—dijo con ironía. —No sabía que debía pedirte permiso para mirar los culos de las doncellas. 

—No, tu nunca has necesitado un permiso para comportarte como un idiota. 

Al instante se arrepintió de sus palabras, era algo que constantemente su tío escuchaba de las personas y ella no quería unirse a esa lista, pero alguien tenía que hacerle ver cuando realmente estaba siendo un idiota,  Aegon la miraba con cierta sorpresa. 

Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon  💖🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora