Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon 💖🐉

Capítulo 18

El corazón de Alicent dio un vuelco cuando vio a su hija, Helaena llevaba un vestido de color azul y dorado, con un pequeño caballo de mar como botones ceñidos al pecho, su cabello lo llevaba suelto y unicamente tenía una pequeña tiara del mismo color, sus labios en un rosa tenue y su sonrisa marcada, por un momento quiso sonreir. Su pequeña niña se veía hermosa, más que cualquier doncella en la fortaleza.

-Ese no es el vestido que elegí para ti- dijo la reina.

-Fue un regalo del príncipe Jacaerys, decidí usarlo esta noche. - respondió con tranquilidad.

-No harás tal cosa- prohibió de inmediato, su hija le miró con confusión. -, usarás el vestido que se preparó para ti y te mantendrás alejada del chico Velaryon.

-No. - respondió de inmediato. -No haré eso.

-Lo harás porque te casaras con Aegon, mi niña.- dijo su madre acercándose, Helaena miró con sorpresa a su madre, haciéndose hacia atrás. - Tienes que entenderlo de una vez, es lo mejor para todos.

-Mi corazón no le pertenece a mi hermano, no puedo entregar lo que ya ha sido entregado. ¿Lo mejor para todos o lo mejor para lo que mi abuelo desea?

-¡Helaena! - alzó la voz Alicent mirando a su hija fijamente.

-No me casaré con Aegon ni con nadie más y no me harás cambiar de opinión. - dijo firmemente la princesa a su madre. -Puedes intentarlo si quieres, pero tendrás que llevarme frente al Septon Supremo a la fuerza y murmurar mis votos tú misma porque yo no lo haré, nunca.

Dyana se llevó la mano a su boca, la reina abrió sus ojos con sorpresa. Su dulce niña la miraba con fuego en los ojos de una manera que jamás lo había hecho, muy segura de lo que decía.

-Quítate ese vestido- ordenó su madre tratando de contener el dolor que había en sus palabras. -, para que bajes y le digas a tu padre, el rey, que has tomado una decisión y no quieres ese matrimonio.

-No haré eso- Alicent tomó por los brazos a Helaena, ella se removió ante el toque de su madre pero esta no la soltó.

-Mi dulce niña, no sabes lo que estás haciendo... Por favor Helaena, piensa en tu familia, en tus hermanos.

-No soy una niña a la que puedes manipular a tu antojo madre, quiero casarme con él, amo a Jacaerys - su mirada se posó en la puerta, como si esperara que su príncipe entrará y la rescatará.

Alicent llevó una mano a su boca cuando la escuchó decir eso, dio unos pasos hacia atrás sintiéndose aturdida.

-No me dejas otra opción entonces- murmuró la reina, la princesa miró a su madre con horror. -Ser Arryk, la princesa Helaena tiene prohibido abandonar sus aposentos- miró a la doncella fijamente - Dyana sal de aquí ahora mismo y ve a la cocina- le ordenó.

Dyana le dio una triste mirada a su princesa y salió de la habitación casi corriendo, Helaena camino hacia su madre pero Ser Criston se puso frente a ella impidiéndole el paso.

-Por favor princesa- le pidió, Helaena lo miró con furia contenida.

-No puedes hacer eso madre... ¡Madre!

Alicent no volteo a verle, camino hacia la puerta y salió, después Ser Criston lo hizo dándole un asentimiento de cabeza, Helaena vio como la puerta se cerró de golpe frente a ella con llave, corrió y golpeó la puerta con su puño pero no forcejeo porque sabía que sería inutil, su mirada se poso en la puerta secreta a los pasadizos.

-Majestad- dijo Ser Arryk haciendo una reverencia, la reina miró con sus ojos llenos de lágrimas a aquel hombre que hacía latir su corazón en silencio pero él ni siquiera se atrevió a mirarla.