— ¡¿Cómo fuiste tan estúpida?! — gritó Alys.— Lo siento, yo no podía hacerlo sin decirlo — sollozó la muchacha.
— ¡Estúpida! ¡Estúpida niña idiota! — dijo golpeándola, zarandeandola por los brazos con fuerza. — Toda la maldita guardia del rey debe estarte buscando.
— ¡Por favor mi señora! — se colocó de rodillas ante ella, jalando la tela de su vestido — ¡Te lo suplico, ayudame!
— ¿Ayudarte? ¡Imbécil! — Alys suspiró pesadamente, agachándose un poco y acarició el cabello de la chica —. Mi niña, mi niña has sido tan tonta.
La chica siguió llorando, mientras la pelinegra maldijo en su mente. No cabía duda de algo, si quería que las cosas salieran según su plan debía hacerlo ella misma o nada saldría bien.
— Lo has arruinado, lo sabes ¿verdad? — le preguntó, luego acarició su mejilla —. Traté de cuidarte y mira lo que has hecho.
— Mi señora…
— Ahora debo irme también, antes de que me relacionen contigo. Mi labor no ha terminado.
— ¡Pero tu prometiste cuidar de mí mi señora! — la acusó.
— ¿Y mira en qué situación nos has colocado? — dijo con un tono de voz dulce, casi apenada por la situación.
El ruido de los caballos se escuchó con fuerza. La chica abrió los ojos asustada, mirándole fijamente, suplicando por ayuda. Podía escuchar a la guardia entrando tumbando las puertas, derribando a quién se les atravesara.
— Vete y tomate esto — dijo entregandole un frasco con un líquido verde — ¡Vete!
La chica echó a correr por la puerta trasera apretando el frasco con fuerza, su única salida. La solución que le ofrecía la dama de la noche era muerte, inminente y rápida. Su corazón palpitaba, mientras daba tropezones con sus pies.
Miraba hacia atrás, preocupada por que nadie la viera. No tenía a donde ir, había tomado joyas del cofre de Laena y del de la princesa Rhaena, pero nadie lo aceptaría si eso significaba colocar una soga en sus cuellos.
— No importa qué tan rápido corras, no puedes huir — dijo una mujer alta, de vestido blanco colocándose frente a ella.
— No… — intentó abrir el frasco, pero dos hombres la tomaron de los brazos — ¡No! ¡Por favor, te lo suplico!
Ella le dio una media sonrisa.
— Hacemos lo que tenemos que hacer, pequeña.
Hizo una señal con su cabeza. Los dos hombres la presionaron con más fuerza, sintió como la tomaban del cabello y lo próximo que pudo percibir fue la sangre en su labio.
.
💚✨
.Aegon había sido ejecutor aquella noche de cosas que nunca pensó, el manejo de la guardia de la ciudad. Los capas doradas obedeciendole, siguiendo sus indicaciones, mientras la gente lo miraba con asombro. No iba con sus ropas desgastadas, con alguna capa que cubriera su cabello plateado, no iba en busca de aceptación. Iba con su traje negro, donde el estandarte de su casa estaba bordado, portaba espada en mano y la furia de dragón en sus ojos.
— No hay nada aquí, mi príncipe — dijo uno de los caballeros de capa dorada que iba saliendo de una de las tabernas.
— Busquen en cada puto lugar, no me interesa si tienes que derribar cada casa de placer, quién se haya atrevido a esconderla se enfrentará a las consecuencias.
Aegon se alejó de él, avanzando por la calle mirando a cada persona. Observando con atención todo a su alrededor, las mujeres inclinaban su cabeza en señal de respeto compadeciéndose de su dolor, pero eso no le provocaba nada. No podía sentir nada más que rabia.
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Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon 💖🐉
FanfictionPrincesa Laenaerys, llamada por muchos la princesa de hielo y fuego. De la casa Velaryon; segunda hija de la heredera al trono, la princesa Rhaenyra Targaryen. «No existen personas mas apasionadas que aquellas que poseen la sangre de dragón; tan es...