Capítulo 6

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-Tía-dijo con cierta burla en su voz. -¿Podrías mirar a Jace?

Laena no pudo evitar sentir pena por su hermano. Cada vez que su tía Helaena la acompañaba a "mirarlos" entrenar, el pobre de Jace se esforzaba el doble para llamar su atención, honrado por la presencia de la princesa a la que era bien sabido, no le interesaban las armas.

Helaena alzó su vista hacia su sobrino, el cual movía la espada con más certeza; en ese momento él se encontraba mirando de reojo para ver si ella le miraba, Laena no pudo evitar poner los ojos en blanco y sonreir burlona.

-Jace ha mejorado mucho, creo que será un gran Rey. -dijo sonriéndole a su sobrino menor, el cual dejó caer la espada cuando vio a Helaena tener su atención en él.

-Sí, Ser Harwin le ha ayudado un poco con eso, padre dice que tiene mucha fuerza. - Laena, miró como su hermano menor, Luke golpeó a Jace en la cabeza, no pudo evitar reírse.

Sin embargo, no era la única que notaba la actitud de Jace para con su tía, Aemond también y no se le veía particularmente feliz, en cuanto Aegon, bueno, él estaba muy entretenido burlándose junto a Luke de la falta de coordinación de Jace.

Laena sintió la mirada fría y apremiante de su tío Aemond sobre ella, inmediatamente miró hacia el piso, sintiendo como sus mejillas se enrojecian. Algo en el suelo llamó su atención, se agachó para tomar un gusano que se iba arrastrando por las piedras, le pareció un bicho bonito. Helaena se arrodilló a su lado.

-¿Habías visto uno como este antes, querida tía?-preguntó la princesa, analizando al bicho rojo, con patas gruesas.

-Suéltalo Laena. -la voz de su tía iba acompañada con un toque de dulzura y preocupación. Había extendido su mano rápidamente para quitarle al insecto sin miedo o asco alguno. -Es un gusano quemador, te hizo daño.

-Es muy bonito, no pensé que fuera peligroso. - respondió con su voz suave.

-No es su intención serlo, es su naturaleza. Puede ser hermoso, pero no evita que pueda lastimarnos.

Cuando miro los dos dedos con los que había sujetado al gusano, noto que unos puntitos rojos se habían formado e hinchado, dejando una creciente ardor que poco a poco se iba transformando en comezón.

-Arde- dijo soplando a sus dedos.

-Si- respondió Helaena mirando sus propios dedos. -Un poco de ungüento bastará para sanar.

Su tía Helaena, había puesto con cuidado nuevamente al gusano sobre el suelo, el cual desapareció entre las piedras.

-El gusano se retuerce con sus pies débiles y va a quemar. - murmuró.

Laena, muchas veces no entendía lo que su querida tía decía, pero siempre intentaba comprender sus acertijos, lo consideraba un reto y aunque pocas veces lograba descifrarlos, se alegraba de poder acompañar a su tía en aquellos sueños que solían borrar su sonrisa.

-Sí, ya me quemó, mira- le dijo mostrándole sus dos dedos-y a ti también.

Sin embargo su tía no respondió, sus ojos violetas miraron fijamente a los suyos castaños con tristeza.

-¡Aegon! -La voz de Aemond robó su atención.

Laena miro como ambos hermanos golpeaban sus espadas, ella negó con la cabeza. Aegon a veces solo se hacía el tonto en los entrenamientos, no podía negarlo no era tan malo usando una espada, pero ese día particularmente se estaba esforzando mucho, ella sabía porque.

Su abuelo, el Rey Viserys, Lyonel Strong y su Mano de confianza, miraban con atención desde el palco que había en el campo de entrenamiento a los cuatro jóvenes príncipes entrenar con dedicación y esmero.

Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon  💖🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora