Capítulo 33

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— Deberíamos pensar en sus nombres.

Jace acariciaba con cariño su vientre, Helaena le miraba embelesada.

— Tienen un nombre, nunca lo he escuchado. Pero sé que lo tienen, porque sonríen cuando. los llaman.

El príncipe castaño hizo una mueca de sonrisa.

— Maelor me parece lindo para un varón, es Targaryen pero también es Velaryon —murmuró sosteniendo su mano.

— Jasaerys me gusta para nuestra niña, porque se parece al tuyo — dijo Helaena estirando su mano para acariciar los rizos que Jace se esforzaba en ocultar —. Deberías dejarlo crecer así, nuestros hijos definitivamente no tienen mi cabello lacio, tienen el tuyo.

— Debo esforzarme en verme un poco más Targaryen ¿no crees? — la princesa negó.

— Me gustas más cuando simplemente eres Jace y tus rizos acarician mi rostro al besarme.

Ambos unieron sus labios en un cálido beso.

— ¡Oh! — exclamó Jace acompañado de una pequeña risa —. Estan moviéndose .

— Creó que estan de acuerdo conmigo — murmuró la princesa —. O tal vez están peleando , no lo sé, siempre estan moviéndose de esa manera, parecen un torbellino.

— Tranquilos, dejen a madre un momento de paz — susurró Jace al vientre de su esposa, dando un suave beso.

— Te obedecen — dijo asombrada —. Incluso aquí, ya te hacen caso, es increíble.

— Soy su padre, claro que me hacen caso — sonrió con orgullo.

La princesa guardó silencio por un momento, su mirada parecía perdida.

— ¿Hely? — preguntó con preocupación.

Jace se sentó al borde de la cama, la sábana había caído dejando su cuerpo desnudo pero no le importo, en ese momento solo le importaba su esposa.

— La multitud se alza con lanzas — murmuró —. La reclaman, piden la cabeza de la bruja. Quieren su cabeza. Los dioses estan enojados.

— ¿Hely? ¿Mi amor? — Jace sostenía sus manos, sus ojos finalmente lo vieron.

La princesa parpadeo un par de veces, luego cerró sus ojos por un momento para abrirlos despacio. Su respiración ya se había acelerado, los latidos eran fuertes. Le dolía ver las imágenes borrosas, de escuchar tanto y a la vez nada dentro de su cabeza.

— No sé... No entiendo — murmuró —. Los dragones están volando, los dragones no caerán, no pueden.

Jace la atrajo hacia él, abrazándola y dándole suaves caricias en su brazo derecho.

— No necesitas entender, no necesitas preocuparte, los dragones vuelan, lo hacen. Lo que suceda, estaremos listos para enfrentarlo — aseguró.

— El dolor de diez espadas — murmuró Helaena —. Laena lo sentirá pronto. No me gusta Jace, no me gusta soñar despierta porque sé que lo que presagia es una realidad.

— No mi amor, todo estará bien, cambiaremos las cosas —prometió.

Lo que Helaena veía nunca era una claridad, eran imágenes que no siempre tenían sentido alguno, a veces lograba interpretar sus sueños como aquella vez que Aemond perdió el ojo,pero había sido demasiado tarde para entenderlo. Cuando se levantó de la cama en busca de su hermano, el dragón ya había sido reclamado y ella fue arrastrada por los guardias al salón.

— Quisiera poder hacer más por nuestra familia — murmuró.

— Lo haces — aseguró Jace —. Por ti sabemos quién mató a nuestro padre, por ti sabemos que debemos prevenir una guerra. — Jace acuno su rostro — Por ti mi corazón se siente en paz. Eres mágica Helaena. Por qué no encontraría otro lugar para estar si no es contigo, así como soy bastardo indigno de ti, me amas.

Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon  💖🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora