Capítulo 24

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Los días habían pasado lentos en la fortaleza, las personas rumoraban sobre un repentino distanciamiento entre la princesa Laena y el príncipe Aegon, los cuales no habían sido vistos juntos desde aquel banquete, incluso había quienes aseguraban que la boda no se iba a llevar a cabo. “Seguro que el príncipe Aegon fue descubierto con alguna de sus amantes” decían; elegir cual de todos los rumores era peor era difícil pues también se decía; “Según se sabe, el príncipe Aegon dijo que no quería desposar a una bastarda” y otros un tanto idiotas en los cuales seguramente la princesa Laena se negaba a pensar, pues tenían que ver con su hermano mellizo, Jace “A puesto que se acuestan juntos” aquello solo era una estupidez. 

Todo estaba preparado para las bodas de los nietos e hijos del rey. La diferencia de las novias era sumamente notable; la princesa Helaena resplandecía en un brillo especial que nunca se le había visto antes, mientras que la princesa Laena se veía ansiosa pero no menos hermosa que siempre, finalmente había llegado el para siempre y eso era mucho tiempo, su corazón latía con fuerza y su estómago estaba hecho un nudo.  

— ¿Entonces está bien así princesa? — preguntó Saury. — Princesa… 

— ¿Perdona? — Laena parpadeo un par de veces. 

— El ajuste de su vestido— sonrió la chica. — ¿Está bien así? 

Laena miró una vez más su vestido era blanco de una suave tela que brillaba, llevaba un bonito encaje alrededor del vestido en color dorado, le habían dejado su cabello lacio y suelto por debajo de la cintura mientras un velo con escamas de dragón sostenía al largo de su cabello y le arrastraba por el suelo. 

— Se ve hermosa — dijo Rhaena. 

— Dioses, te ves jodidamente como una novia que está a punto de ir al altar, triste y asustada, no te culpo, si tuviera que perder mi libertad me sentiría igual. 

— ¡Baela! — la riño su hermana. 

— Gracias, espero no decir lo mismo de ti el día de tu boda hermana — dijo Laena con una falsa sonrisa. 

— Oye, sabes que solo bromeo, te ves preciosa — dijo, tomándola por el brazo con cariño. 

Laena sonrió a su hermana y soltó un sonoro suspiro. 

— Ustedes no se ven mal tampoco — sonrió. 

Era verdad, las gemelas llevaban un bonito vestido de color rosa con una cadena de oro, haciendo relucir su cabello color plata. 

— Definitivamente te besaría si no estuvieras comprometida y si yo no estuviera casada — dijo una voz desde el marco de la puerta, las gemelas sonrieron. 

— ¡Arra! — Laena se acercó a ella y la abrazó con más fuerza de lo que había querido, tenía tanto que decirle que en cartas no podía por lo peligroso que podía llegar a ser. — Estas aquí.

—No me iba a perder tu boda por nada del mundo, entonces... ¿Al final decidimos Aegon? — Laena la miró fijamente. — Ah, jamás tuvimos que decidir, siempre fue él.

Las gemelas se miraron cómplices.

— Te extrañe tanto Lady Stark — la volvió a abrazar.

Arra era su mejor amiga, era un lugar seguro, era ese lado imparcial cuando necesitaba una respuesta realista que seguramente su familia nunca le diría, era un consuelo a su corazón, era la demostración de lealtad y confidencialidad, así como ella podía serlo. 

— ¡Opa, a mi también me da gusto verte dragoncita! — sonrió Lady Stark. 

— ¿Y Cregan? — preguntó realmente feliz porque sus amigos del norte estuvieran ahí. 

Hurricane || Aegon Targaryen || Laenaerys Velaryon  💖🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora