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COLAPSO 3/3.

LISA


Veinte minutos más tarde llegan a casa. Lisa agradece al cielo no encontrarse a Irene por el lobby.

-Jesus pero qué le paso.-jennie ve sorprendida el rostro de roseanne cuando lisa entra y la pone en el sofá cama aún inconsciente.

-Lo mismo de siempre, ya sabes.-Dice jisoo con las manos en su cintura viendo a la rubia con un poco de culpa.-Si yo no fuera reaccionado de esa manera ella no hubiese ido hacer eso, mis reclamos fueron un desencadenante.-Dice la pelirroja con tristeza y lisa sigue en sus pensamientos sobre el comportamiento de rosé, no es solo el hecho del sexo, si no que también la rubia es una potencial sadomasoquista.

-Vayan ustedes al instituto, por obvias razones rosé no puede ir y tampoco puede quedarse sola, me quedaré y cuidare de ella.-Explica lisa más para ella que para las chicas.

-No estoy segura de esto, es muy sospechoso que ninguna de las dos vaya.-Dice la castaña y lisa sabe muy bien que la menor tiene razón, pero santo, no quiere dejar a la rubia sola, se ve tan vulnerable, sola, débil, y sabe que cuando despierte estará peor, quiere estar ahí para ella.

-Asumire las consecuencias.-Dice la pelinegra sin importarle si notan su presencia o no en clases.-Si alguien pregunta por mi y rosé, dicen que... Estuvimos en la casa de las monjas.-Dice viendo a yuna que hasta al momento solo ha estado callada escuchando.—Puedes hacer que testifiquen como si pasamos el día allá ¿Cierto?

Yuna asiente viendo confusa a lisa, talvez porque nunca la ha visto tan preocupada por otra persona que no sea ella.

-Yo necesito disculparme con rosie... Ya sera cuando venga, si es que ella quiere hablar conmigo.

-Si pides disculpas para luego volver hacerlo entonces sabes que no es una disculpa, es solo para salir del paso.-Dice Manoban recordando por unos segundos las duras palabras de jisoo contra la pequeña rubia, en ese momento dejo de ser altanera, o fuerte, o creída, en ése momento, rosé dejo que esas palabras entrarán no solo en su mente, si no también en su corazón.





Dos horas más tarde, aún en el departamento.

Lalisa nunca ha sido una persona fría, dura, o mala, a pesar de todo, a pesar de lo vivido, tiene esa bondad que la hace ver cómo un pan de Dios, una amabilidad terrible, y una de esas sonrisas que te curan el alma.

Pero vive con ese lado oscuro, con esa ira incontrolable que una vez que se enciende no se puede apagar, digamos que es... su propio método de auto defensa, y vamos, no es que desde niña quiso vivir con esa rabia acumulada en su corazón, solo que no le quedó de otra.

Recuerda la primera vez que tuvo que usar su ira, la primera vez que...

-¿Lalisa? ¡¿Que demonios haces aquí?!

Yo... Yo.. no pu... pude... El... Yo...

-¡Eres una Maldita mocosa inservible!.-Grito el hombre intimidante con su rostro hecho una furia, su mano voló con facilidad el pequeño rostro de la niña asustada.-Ahora aprenderás cómo seguir órdenes.-Advirtio con una amargura en su voz que a la pequeña manoban no le gusto, ella no quería hacer eso, no quería realizar esas entregas, mucho menos dejarse tocar por aquellos hombres..

-¡Prometo hacerlo mejor! ¡Prometo no asustarme la próxima vez!.-Chillo desesperada la pequeña con un miedo terrible, se arrastró hasta la esquina de la habitación, no tenía escapatoria.

Sempiterno (Chaelisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora