La familia de Samira se mudó a Hawkins cuando ella tenía 12 años. Ella sabía que aunque se mudaran a un pueblo pequeño nada iba a cambiar en su dinámica familiar, se había resignado a ser ella sola.
Llegaron a Hawkins por la noche a una casa grande y hermosa en uno de los barrios más exclusivos. La mudanza ya había dejado todas sus cosas solo faltaba acomodar todo. Samira se fue a su habitación, era bastante grande con una vista a la carretera. Después de un par de horas acomodando todas sus cosas se sentía realmente exhausta por lo decidió irse a dormir y terminar mañana.
Al día siguiente, despertó temprano y bajó a desayunar para su sorpresa sus padres estaban hablando de manera pacífica.
-Buenos días, que bueno que despertaste.- habló su padre. -¿Ya terminaste de arreglar tu cuarto?
-Buenos días, ya casi solo me faltan un par de cajas y mi ropa.- dijo mientras se sentaba a la mesa.
-Me parece perfecto, tienes que terminar todo hoy y arreglarte tenemos una reunión con los vecinos que nos quieren dar la bienvenida -. dijo mientras agarraba el periódico.
-¿Es muy necesario que vaya? Estoy muy cansada con todo esto de la mudanza, pensaba que podría quedarme a leer un poco.-
-No, lo lamento. Tienes que ir, mañana ya podrás descansar todo lo que quieras.-
Samira dio un suspiro de resignación y comenzó a desayunar.
-Esto es bueno, empezarás a conocer gente. Los vecinos tienen un hijo de tu edad, podrías al fin empezar a tener amigos.- soltó su madre de manera ácida mientras Liam la miraba con desaprobación.
-Hablando de conocer gente nueva, ya está todo arreglado para que vayas a la escuela, empiezas el lunes en Hawkins Middle School.- mencionó su padre tratando de aligerar el ambiente.
-Está bien.-
Terminaron el desayuno en silencio. Liam fue a trabajar mientras Marjorie y Samira terminaron de acomodar todo en la casa.
-Samira, voy a salir. Tengo que comprar algo espectacular para ir con los vecinos esta noche y pasaré al salón de belleza para arreglarme. Si te da hambre busca algo en el refrigerador. Tu padre pasará por nosotras a las 7, por favor tienes que estar lista a esa hora y ponte algo decente no lo que acostumbras.- habló su madre mientras salía por la puerta.
Samira terminó de arreglar sus cosas, busco entre su ropa algo que no hiciera enojar a su madre y cuando tenía la ropa lista vio en el reloj que tenía algo de tiempo por lo que decidió sentarse en el pórtico de la entrada a leer un poco.
Mientras leía escucho muchos gritos, su mirada se dirigió a un grupo de chicos que perseguían a otro que intentaba escapar de ellos. Él volteo a verla y tropezó de inmediato los chicos que lo perseguían lo alcanzaron y lo empezaron a golpear.
Samira nunca se metió en problemas era asustadiza y algo debilucha. Valiente no es una palabra que la describiría en ningún caso, prefería salir corriendo de los problemas que enfrentarse a ellos por lo que se sorprendió a ella misma cuando un momento después corrió directo al grupo de chicos empuñando el libro como si fuera un arma.
Después de algunos empujones y gritos logró separarlos poniéndose frente al chico con los brazos extendidos protegiéndolo.
-¿Qué les pasa? ¿Por qué lo golpean?-
-¡Hey! niñita, esto no es tu asunto. ¡Quítate!- dijo un chico rubio al frente del grupo.
-¡No me voy a quitar! Quiero saber ¿por qué lo golpean?-
-Él no puede estar aquí, no debería caminar por aquí.-
-¿Por qué? .- preguntó mientras volteaba a mirar al pobre chico que sangraba de la frente.
-Es un chico pobre, por eso. Este no es un barrio para que el ande jugando, él debe ir a donde juegan los niños pobres.-
Samira rodeó los ojos al escucharlo.
-Bien, si quieren golpearlo está bien.- el chico a su espalda soltó un sonido de sorpresa y miedo. -Pero tendrás que pasar sobre mi.- dijo Samira al mismo tiempo que empuñaba el libro en el aire.
El chico rubio se quedó pensando si era una buena idea, era delgada y algo bajita, sería fácil solo empujarla a un lado. Cuando se iba a acercar a ella uno de los chicos con los que venía lo detuvo.
-Vámonos Jason, no vale la pena.- hablo mientras intentaba jalarlo.
-Si, Jason. Luego le damos su merecido.- dijo el otro chico cuando agarro su otro brazo para intentar alejarlo.
-Si, como sea.- dijo mientras miraba a sus amigos. -Te salvaste esta vez Freak. Agradécele a tu noviecita, que pena que te tenga que defender una niña.-
-¿Por qué no te largas de una vez?- dijo mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.
Jason y sus amigos se fueron corriendo mientras Samira ayudaba a ponerse de pie al pobre chico que intentaba limpiarse la sangre de la frente.
-Estas sangrando, debemos curarte esa herida. Ven vamos a mi casa para ver que puedo hacer.-
-Gracias, no es necesario. No te preocupes.- habló el chico mientras le daba la mejor sonrisa que podía.
-Vamos por favor. Me quedaré más tranquila si me dejas ayudarte.- Le sonrió de vuelta.
-Ya me has ayudado bastante, además no creo que a tus padres les guste que alguien como yo entre a tu casa.- hablo con algo de pena.
-No te preocupes por eso, ellos no están en casa y no van a llegar en un buen rato. Ven vamos.-dijo mientras tomaba su mano y lo dirigía a la casa.
En lo que Samira buscaba el botiquín se quedó pensando en el chico. Nunca conoció a alguien así, tenía el cabello rapado, una sonrisa dulce, sus ojos eran marrones pero eran muy bonitos.
Samira regresó a la sala donde había dejado al chico sentado.
-Bien, te pondré un poco de esto para desinfectar.- dijo mientras sacaba cosas del botiquín. -Puede que te arda un poco, lo siento.- Samira comenzó a limpiar su herida.
El chico apretó los ojos por el ardor que sentía. Samira no tardó mucho en curar su herida.
-Listo, ya quedo.- empezó a guardar las cosas en el botiquín. -Debes ponerte esto unos cuantos días más en lo que termina de sanar tu frente.- le dio una pomada cuando lo acompañaba a la puerta.
-Muchas gracias, eres muy linda. Por cierto, me llamo Eddie.-
-Un gusto Eddie, soy Samira.-
Ambos sonrieron y se quedaron viéndose en silencio por un momento.
-Bueno, me tengo que ir. Gracias por todo. Adiós.- Dijo Eddie antes de salir corriendo.
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La nueva porrista
FanfictionEl destino junto a un par de chicos que se sentían perdidos en la vida, un comentario sin malas intenciones los alejara el uno del otro. Donde Samira se convertirá en lo que más odia Eddie o Donde Eddie será la peor pesadilla de Samira. #1 en Chri...