Limpie mis lágrimas en lo que recuperaba el aliento. Solo quería salir de ahí, quería encerrarme en mi cuarto y no salir nunca. Decidí ir a casa por el bosque, el camino es mucho más largo pero no quería arriesgarme a que Eddie o cualquier otra persona me viera caminar por la carretera.
Llegué a mi casa, afortunadamente mis padres no estaban, tomé una ducha rápida intentando alejar los pensamientos que se agolpaban en mi cabeza. Salí y me vestí como siempre y me quedé largo rato viéndome al espejo, viendo cada parte de mi horrible cuerpo, cada imperfección. Era obvio que no iban a verme como mujer.
Intenté ocupar mi mente en otra cosa, puse música e intenté hacer tarea pero no podía, mi mente empezó a recordar todo lo que mi madre decía.
"Samira deja de comer estas gorda"
"¿En serio te vas a poner esa ropa?"
"Lo único bueno de esos lentes es que te tapan la mayoría de la cara"
"¿Por qué no eres más femenina?"
No pude más, mi mente no dejaba de pensar en ello y no podía ir con mis amigos, le hable a la única persona que podría ayudarme en ese momento o eso pensaba.
-¿Robin?- dije intentando sonar lo más tranquila. -Siento molestarte pero ¿podría verte ahora?-
-¿Samira? ¿estas bien?-
-Yo... si... solo... solo necesito hablar con alguien.-
-Si, claro Sami pero no puedo ir a tu casa, ¿está bien si vas a Family Video? tengo turno en un rato-
-¡Oh, Dios! Vas a trabajar no, lo siento no te preocupes está bien yo, yo estoy bien lo siento. Adiós.-
-No, no, no Sami por favor ve a Family Video si no tendré que faltar al trabajo e ir a tu casa a buscarte.-
-No Robin por favor.- suspiré, no me gusta molestar a las personas cuando están ocupadas. -Yo... yo voy, te veo en un rato.-
Después de un rato de pensarlo decidí ir con Robin, estoy segura que si es capaz de venir a buscarme.
-Genial, llegaste ya iba ir a buscarte.- dijo saliendo del mostrador. -Steve tomaré un descanso.-
-¿Qué?- una de las personas que más odiaba se asomó de los estantes. -Acabas de llegar, no puedes tomar un descanso.- me miró con el ceño fruncido. -Haz lo que quieras.-
Salimos de la tienda y fuimos a sentarnos en el capó del auto de Steve.
-¿Qué pasa Sam? se ve que haz llorado, cuéntame ¿qué te tiene así?-
Le conté a Robin todo, como me sentía, la plática de los chicos, lo que dijo Collin.
-Wow hay varias cosas que procesar.- dijo con la manos en su cabeza y los ojos muy abiertos. -Primero Sami eres muy bonita.- se sonrojo un poco. -Segundo Collin es un idiota pero no es mala persona lo sabes, no creo que supiera realmente lo que dijo y tercero ¡no puedo creer que estés enamorada de Munson!- reí por la emoción con lo que lo dijo.
-Soy una idiota él nunca me vera como algo más que su amiga.-
-Podemos hacer que eso pase Sami.- dijo emocionada. - Trabajar aquí me dio tanta sabiduría acerca de varios temas, espera aquí no tardo.- termino de decir y entro a la tienda corriendo saliendo poco después. -Las películas pueden darte un punto de vista diferente.- me entregó las películas que tenía en su mano.
-El club de los cinco y Vaselina. ¿Cómo me va ayudar esto Robin?-
-Esto es lo que necesitas.- ante mi mirada confundida siguió. -Un cambio de imagen, si Munson no te ve haremos que te vea, ¿qué estilo le gusta? ¿vampiresco? ¿fúnebre?-
-Porrista.-
-¡Vaya! creo que podríamos lograr algo así.-
-No lo sé Robin no creo que eso funcione.-
-Robin ¿vas a platicar todo el turno sentada encima de mi auto?- Gritó Steve por la puerta. Robin y yo rodeamos los ojos.
-Piénsalo Sami, te dejo las películas para que las veas y tomes una decisión.-
-Gracias Robin.- me abrazo y se despidió con la mano levantada mientras entraba a la tienda.
Regresé a mi casa y me puse a ver las películas que Robin me prestó, realmente no estaba segura de esto, digo son películas eso no pasa en la vida real aunque no tengo nada que perder o ¿sí?, llegó la hora de la cena, mi madre no estaba así que cené solo con papá.
-¿Papá?-
-Dime Samira.-
-Este viernes regresas a L.A. ¿cierto?-
-Si ¿por qué?-
-Quería ver si podía ir contigo solo el fin de semana.-
-No Samira tengo mucho trabajo.-
-Lo sé, lo sé y te prometo que no te molestaré.- deje el tenedor a un lado. -Es solo que extraño mucho allá.-
-Samira llevamos 5 años aquí y ¿apenas extrañas?
-Claro que no.- conteste molesta. -Es solo que nunca me escuchas y prefieres huir y dejarme aquí con ella.- me levanté de la mesa y subí a mi habitación.
-¡SAMIRA!-
Lo único que quería era dormir y olvidar todo lo que pasó hoy. Las lágrimas amenazaban con salir de nuevo intentando que eso no pasara ya no quería llorar. Tocaron suavemente a mi puerta.
-Samira.- entró mi padre, tomó la silla de mi escritorio para sentarse frente a mí. -Quiero que entiendas lo que pasa, no puedes estar sola allá yo tengo mucho trabajo no podría estar contigo, no es que no quiera llevarte sé que estar con tu madre es difícil lo siento de verdad.
-Pero no molestare y casi siempre estoy sola aquí se cuidarme.- la idea de las películas no salía de mi cabeza era hora de arriesgar todo. -Además podría ir con una amiga, Robin Buckley, le he platicado mucho de cuando vivía ahí y me dijo que le encantaría ir.- mentí y me sentía mal.
-Supongo que tengo que pedir permiso a los padres de tu amiga ¿no?- le di mi mejor mirada de perrito. -Está bien, dile a tu amiga si quiere ir y mañana después de clases hablamos con sus padres pero no puedes faltar a clases tendrían que regresar el domingo en la noche. ¿Está bien?-
-Si claro que sí.- lo abracé como nunca lo había hecho.
-Está bien Sam, está bien.- dijo riendo. -Es hora de dormir, descansa.-
-Igual tú, muchas gracias.-
No dormí, ahora ¿cómo voy a convencer a Robin de ir? No pensé en ella, su trabajo, sus padres, si no le gusta L.A., era muy tarde para arrepentirme.
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La nueva porrista
FanficEl destino junto a un par de chicos que se sentían perdidos en la vida, un comentario sin malas intenciones los alejara el uno del otro. Donde Samira se convertirá en lo que más odia Eddie o Donde Eddie será la peor pesadilla de Samira. #1 en Chri...