La nueva porrista

Despertar

Fui al remolque por algo de ropa y a dejarle una nota a Wayne para decirle que pasaría la noche con Sami.

Regresé a su casa y esperaba que abriera, cuando lo hizo tenía sus ojos rojos, había estado llorando.

-¿Qué pasa cariño?-

-Eddie.- secó unas lágrimas que se escaparon con su suéter. -No pasa nada.-

-Sami estas llorando ¿cómo no va a pasar nada?- la abracé fuerte.

-Solo estoy sensible.-

-Tranquila, aquí estoy, estás segura conmigo.- dije al recordar lo que platiqué con Harrington.

Nos quedamos abrazados un rato hasta que ella preguntó

-Eddie, ¿qué hay en la mochila?-

-Amm pensé que sería una buena idea hacer una pijamada, traje mi ropa para mañana, claro si estás de acuerdo, ¿Te gustaría que me quede a dormir?-

-Claro que sí.- chillo de emoción.

Parecía que no había pasado nada entre nosotros, éramos como siempre fuimos. Pasamos la tarde viendo películas, platicando, jugando. Sami se quedó dormida en mis brazos y pase parte de la noche pensando en algo que hacer por ella, una sorpresa que compensará un poco todo lo que pasó.

La semana pasó tranquila yo estaba con Sami todo el tiempo que pudiera para no dejarla sola, el resto del tiempo planeé la sorpresa que le daría el fin de semana.

Sábado 

Por fin llegó el día y estaba muy emocionado, tenía todo preparado solo tenía que meter las cosas a la van.

-¿Por qué estas despierto tan temprano?- salte al escuchar la voz de mi tío.

-¡Dios! me asustas viejo.- lleve la mano a mi pecho. -Voy a salir, ya te había dicho, pasaré el día con los chicos.-

-Bien, ¿llegaras a dormir?-

-No, me quedaré con Samira.- entrecerró los ojos en mi dirección. -No vamos hacer nada.-

-Yo no dije nada.- rio

-Te conozco pero como sea me ayudas a meter esto a la van.-

-¿Por cuántos días te vas?-

-Solo es 1, no molestes.-

Cuando todo estuvo cargado me despedí de Wayne y fui a hacer lo más difícil, despertar a Gareth. Al llegar a su casa vi a su madre recogiendo el periódico.

-Hola Tessa.-

-Hola cariño, ¿qué haces aquí?-

-Vine por Gareth.- frunció el entrecejo. -Planee un día con Sami y él.-

-No me dijo nada.- se puso seria.

-Es que no les dije, quería que fuera sorpresa.-

-Es muy dulce de tu parte pero sabes que los fines de semana es casi imposible despertarlo.-

-No te preocupes, yo lo despierto pero ¿si le das permiso de llegar hasta la noche?-

-Si lo despiertas te doy permiso de llegar hasta mañana.-

-Hecho.- le guiñe el ojo y entre a la casa.

Cuando llegue a su habitación lo primero que hice fue tomar la foto de los tres que tiene en su escritorio, la guarde en mi chamarra y me prepare mentalmente para lo que venía.

Me acerque a su cama y como desearía tener una cámara al verlo con la boca abierta roncando, todos los chantajes que podría hacer, me hinque para quedar a la altura de su rostro.